viernes, 19 de julio de 2013

Este será el revolcón institucional para impulsar el agro

El Ministerio de Agricultura será uno de los principales protagonistas en esta última legislatura que mañana instalará el presidente Juan Manuel Santos.

El ministro Francisco Estupiñán le dijo a LR que ya tiene listos dos proyectos para impulsar la competitividad y tranquilizar a los inversionistas sobre las reglas del sector. Estas iniciativas forman parte del revolcón institucional que se viene en la entidad para afrontar retos como la restitución de tierras, los terrenos baldíos y los acuerdos en La Habana, entre otros.

El Gobierno anunció que presentará un proyecto de ley que implica un verdadero "revolcón" en el campo ¿en qué consiste y qué alcance tendrá para el sector agropecuario?

Realmente se trata de un paquete de medidas que vendrán a reforzar y reformular temas sensibles de esta cartera para cerrar el periodo de Gobierno con las metas, que desde el principio se trazaron. Podemos mencionar que tenemos un proyecto de ley de impulso a la productividad y competitividad y otro proyecto de ley sobre los terrenos baldíos y la concentración de tierras rurales, que serán presentados al inicio de la legislatura.

¿Cuáles son los puntos sensibles de estos proyectos para los pequeños, medianos y grandes productores?
Los proyectos de ley, las reformas institucionales y la implementación del acuerdo agrario tienen como objetivo los pobladores y empresarios del campo. Hay temas transversales que podemos enumerar: los de competitividad, seguridad jurídica, efectividad de la política pública, cobertura de las herramientas, un mayor esfuerzo en los temas de planeación del sector y en general, una mayor articulación con todas las entidades del Estado. El Ministerio y sus entidades deben ser gestoras de la inversión pública y privada, deben saber en dónde están las necesidades y cómo se debe actuar, según criterios regionales reales.

¿Para qué fecha se tiene contemplada la presentación del proyecto de ley al Congreso?
Se presentarán al inicio de la próxima legislatura.

¿Qué se hará frente al acceso a la tierra, que es uno de los puntos centrales del acuerdo en la Habana?
La actual política para el desarrollo agrario reconoce el papel fundamental de la agricultura familiar en el desarrollo del campo, en la generación de ingresos y de empleo, en la producción de alimentos y en la preservación del medio ambiente. Este enfoque implica reafirmar la necesaria articulación entre la agricultura familiar y otras formas de organización empresarial de la producción agrícola y pecuaria y la agroindustria. En el gobierno estamos convencidos y comprometidos con la idea de que esa articulación es indispensable para garantizar el desarrollo integral y la prosperidad rural.

¿Cuál sería la reforma de fondo al sector rural al que usted hace referencia?
Antes que reforma preferimos el lenguaje del ajuste de las capacidades institucionales. En ese marco, si fueran necesarias reformas habrá que abordarlas, pero con la debida justificación basada en la generación de la capacidad efectiva del Estado para responder y cumplir los compromisos con la transformación estructural del campo.

El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (Madr) ya está abordando la tarea de evaluar las capacidades de su institucionalidad frente a la necesaria profundización y escalamiento de las metas de las políticas de acceso a la tierra. Ese ejercicio es un paso necesario y nos prepara para que una vez concluidos los acuerdos de paz -que es el anhelo de casi todos los colombianos- podamos pasar rápidamente a implementar ajustes al tiempo que se avanza en las metas de los compromisos.

Y para el aprovechamiento de los TLC, concretamente ¿qué se piensa hacer?
El Madr, consciente de que la política agropecuaria no debe continuar actuando de manera reactiva frente a fenómenos de origen cambiario, ha venido fortaleciendo los programas para la gestión del riesgo, tales como el Programa de Coberturas Cambiarias, fomentando la adopción de una cultura de gestión de riesgo en el campesinado colombiano. Así se pretende mitigar la volatilidad en el tipo de cambio, protegiendo a los exportadores (especialmente banano, plátano, flores), así como la fluctuación en el precio del maíz y apoyar la comercialización de productos como el cacao, arroz, papa, panela, algodón, maíz, soya.

Adicionalmente, se han firmado 23 protocolos de exportación, primer paso, para abrir la posibilidad que productores colombianos puedan exportar carnes, huevos, legumbres, hortalizas, frutas y vegetales. Hoy hay 12 nuevas áreas libres de plagas y enfermedades, restrictivas del comercio internacional de alimentos, frente a 7 que se tenían en el gobierno anterior, así como 3 zonas nuevas de baja prevalencia de plagas.

Un verdadero revolcón en el campo implica más bienes públicos, en esta materia ¿qué se ha establecido?
La mayor parte de las políticas han estado enfocadas en el productor individual, como soluciones a los esquemas de producción individual. Los bienes públicos deben estar puestos al servicio de la economía a partir de un equipamiento y dotación de vías, desarrollo tecnológico, educación y otros bienes públicos. El gran revolcón implica que el Estado promueva más las inversiones en bienes públicos y menos apoyos directos individuales.

¿A qué se refiere el presidente Santos cuando dice que el Ministerio de Agricultura está trabajando en un modelo en donde empresarios y campesinos estarán juntos?
El Presidente lo ha reiterado en múltiples escenarios: las políticas deben permitir la convergencia de la pequeña, mediana y gran producción agropecuaria. El modelo que se quiere no debe ser excluyente, ni crear políticas que aíslen. Todo lo contrario, los encadenamientos productivos deben provocar de manera eficiente un trabajo conjunto en los territorios. Pasar eso a la realidad, plantearlo en las regiones, es un reto que tenemos.

La opinión

Andrés Vargas
Coordinador de Agroexpo
"La rueda de negocios de Agroexpo arrojó como resultado una expectativa de negocios, a un año, de US$28,6 millones, lo que significa un incremento del 26,6% con respecto al 2011 cuando alcanzó US$21 millones".

Ximena Ramírez Ayala
mramirez@larepublica.com.co


Fuente: http://bit.ly/13SFpmF

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jueves, 18 de julio de 2013

Combatiendo el Cambio Climático desde el sector agropecuario

Combatiendo el Cambio Climático desde el sector agropecuario. Timothy Searchinger de la Universidad de Princeton habla sobre la necesidad de crear un sistema mundial de alimentos.


El pasado 12 de julio tres expertos en el tema hablaron sobre los retos que tiene el sector frente a este fenómeno.

El Ministerio de Agricultura y el Centro Internacional de Agricultura Tropical, CIAT, fueron los encargados de invitar a la conferencia: Clima y sector agropecuario, en busca de la sostenibilidad productiva en el salón de protocolo de Agroexpo 2013.

Los expertos presentes fueron Timothy Searchinger de la Universidad de Princeton, Andy Challinor de la Universidad de Leeds y Jacob Van Etten de Bioversity International.

¿Cómo alimentar a 90 millones de personas?

Searchinger habló sobre la necesidad de crear un sistema mundial de alimentos que sea sostenible. Basado en datos recogidos por los investigadores de Princeton, comentó que, para 2050, habrá una población estimada de 90 millones de personas. La pregunta es, entonces, ¿Cómo alimentamos el mundo para ese momento sin destruirlo?

La tierra que se usa en la agricultura es casi la mitad de la tierra del mundo que no está cubierta por hielo o desierto. Así mismo, las actividades relacionadas con agricultura representan el 24 por ciento de las emisiones globales de gases efecto invernadero. Esta cifra es importante si se tiene en cuenta el informe que sacó este año la International Energy Agency, IEA, en el que queda claro que, si seguimos por el camino por el que vamos, en 30 años el mundo subirá 6 grados Celsius y no los 2 que  habían sido tasados por Naciones Unidas.

Para lograr que el mundo en un futuro no pase de esos 2°C es necesario que  estas emisiones generadas por el sector agropecuario se reduzcan y esto solo es posible si se generan menos residuos y si se mejoran los hábitos de consumo. También es importante controlar el número de la población mundial ofreciendo mejor educación, manteniendo más niños vivos y ayudando a las  familias a entender la utilidad de la educación sexual.

Searchinger mencionó que para el caso Colombiano  hay mucha esperanza ya que en el país se está implementando cada vez más el sistema silvopastoril que se ha convertido en la respuesta más eficiente para transformar la ganadería extensiva. Los sistemas silvopastoriles incluyen espacios sembrados de árboles que deben respetarse. Esto garantiza que los microsistemas sean menos calientes y que la productividad sea más intensiva ya que se cumplen dos objetivos: reforestar y fertilizar el suelo.

El avance en este tema es tan evidente en el país, que en la cumbre de Rio+20 Colombia presentó el sistema silvopastoril como una de las estrategias que ayudarían a superar las dificultades que agobian al sistema económico actual.

Andy Challinor,  de Leeds,  retomó el tema de la seguridad alimentaria y propuso una mirada predictiva para resolver el tema. Para él la única manera de poder asegurar que  el alza en las temperaturas globales no acabe con los recursos alimentarios es combinar modelos de cultivos con modelos de clima.

Esto, sin embargo, es una solución difícil y que debe desarrollarse en el largo plazo ya que para que esta combinación de modelos funcione debe calibrarse con minucia debido a que la predictibilidad climática  es posible, pero  necesita de un análisis extensivo  que abarque muchos años junto con sus cambios de clima para  poder ser exacta.

Soluciones locales para un problema global

Finalmente,Van Etten, de Bioversity, habló sobre la necesidad de adaptarse para poder enfrentar el Cambio Climático y explicó que esta adaptación debe hacerse localmente, teniendo en cuenta la realidad y las necesidades de cada país.

Como ejemplo mostró los retos que tiene Colombia para poder llegar a esa adaptación. El primero es su diversidad de climas, 12 en total. Esto lleva al segundo reto que es la incertidumbre sobre el futuro de cada uno de estos climas. El tercer reto es la incertidumbre sobre el impacto que cada clima puede tener en el país y que genera preguntas como: ¿cuál va a ser el sistema agrícola en 30 años? y ¿qué productos se van a vender más?

Lo que propone Van Etten para contrarrestar estas incertidumbres es usar esa  diversidad como una ayuda para la adaptación mediante mapas de variabilidad. Es decir, mapas que muestren, año por año  en los últimos 50 años,  qué clima ha tenido Colombia. Al ver estos mapas no se puede controlar la variabilidad, pero si aprender a responder eficientemente ella.

Según una encuesta del Centro de investigación Pew, Latinoamérica se preocupa más por el Cambio Climático que países del Norte como Estados Unidos. Esto puede deberse a que, si lo previsto por la IEA se hace realidad, la zona del Sur de América serían las más afectadas.

Es por esto que  las soluciones que muestran estas conferencias, vigentes y  teóricas,   son vitales para el país ya que son la única manera  de que, en los próximos 50 años, el mundo siga siendo viable.


Fuente: http://bit.ly/11UurMe


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