martes, 5 de julio de 2011


Lo realmente verde de las flores colombianas

El programa Florverde de Asocolflores tiene resultados para mostrar. Ha reducido el uso de agua superficial y subterránea en 54%, el empleo de plaguicidas químicos en 43%. Hoy Colombia es líder mundial en manejo social de los cultivos y líder con Holanda en el manejo ambiental.

Ximena Franco Villegas , directora del programa Florverde de Asocolflores.
Foto: Asocolflores
Ximena Franco Villegas , directora del programa Florverde de Asocolflores.

El programa Florverde tiene como tarea la de implantar prácticas sostenibles social y ambientalmente en la floricultura y en él están vinculados 102 empresas, con unas 142 fincas, una parte sustancial de las 7.000 hectáreas en las que se siembran flores en el país.

 

Florverde establece un sistema de indicadores socioambientales que los agricultores cumplen con la ayuda del Programa y que finalmente les facilita la tarea de conseguir un sello de producción sostenible que otorgan terceros independientes (Icontec Internacional y SGS). Hoy están certificadas alrededor de 70 empresas, con unas 90 fincas.

 

La labor de Florverde ya tiene resultados para mostrar. Reducción sustanciales en el uso de agua superficial y de pozos profundos, rebaja en el empleo de plaguicidas químicos y un manejo sensato de los recursos naturales y una mejora en las relaciones sociales de las empresas. En detalle, la estrategia y algunos resultados los destaca la directora Ambiental de Asocolflores y directora del programa Florverde, Ximena Franco Villegas. 

¿Hace cuánto qué Asocolflores decidió apostarle a estrategias o prácticas 'verdes'? 
Florverde nació hace quince años en el gremio floricultor colombiano como una estrategia para asegurar buenas prácticas sociales y ambientales en la producción de flores en Colombia.

 

El esquema, que nació como un código de conducta, también fue útil para responder a las inquietudes de algunos mercados internacionales preocupados por las prácticas en la producción de flores en Colombia y para demostrar que muchas de las afirmaciones tendenciosas que se hacían en países de Europa no tenían un fundamento claro y que algunas veces se utilizaban como barreras no arancelarias al comercio y como estrategias de competencia desleal.

 

En Florverde, lo verde siempre ha tenido dos brazos, y no es retórica. Lo ambiental siempre ha ido de la mano de lo social. Lo ambiental se refiere a: agua y fertilización; uso seguro y responsable de plaguicidas; energía (incluye temas de aire); biodiversidad y paisajismo y, manejo integrado de residuos. En lo social están los aspectos de normativa básica laboral; salud, higiene y seguridad; aspectos del bienestar de los trabajadores y formación a los empleados. Son 184 requisitos con sus criterios, que se deben cumplir para poder ser certificado. El código de conducta inicial se convirtió en 2002 una norma de verificación y en 2007 en un estándar y un reglamento para la certificación de tercera parte.

 

Cualquier productor de flores y ornamentales puede acceder al proceso de certificación, el cual está abierto al público, siguiendo los planteamientos internacionales al respecto. El esquema de apoyo y acompañamiento en cambio, es restringido a los miembros del Programa, afiliados a Asocolflores.

 

¿Hay prácticas que se pudieran destacar? 
Estas dos prácticas me encantan. En 2009 el 54% del agua que se utilizaba en las fincas Florverde procedía del agua lluvia. Esto, gracias a la implementación de bajantes, vallados y reservorios como parte de los requerimientos del programa. Para ver una tendencia en la disminución del consumo de agua proveniente de otras fuentes (subterráneas y superficiales), puede ver

http://www.florverde.org/images/indicator_month0.jpghttp://www.florverde.org/images/indicator_month1.jpg 

En cuanto al uso de químicos, en los últimos once años, las fincas Florverde han disminuido el uso de plaguicidas químicos en cerca de un 42,7%. 

 

¿Cuáles son y han sido los beneficios del enfoque? 
Claramente las empresas ahorran recursos y por lo tanto dinero. Así mismo, en términos de lo social, los trabajadores trabajan con mayor seguridad si la empresa implementa lo que la norma implica, que no es muy diferente de lo legal. Se garantizan mejores condiciones en la relación laboral y que se implementen diagnósticos sociolaborales para diseñar programas de bienestar acordes a sus necesidades, entre muchas otras prácticas. Eso hace que los trabajadores estén en mejores condiciones y haya un diálogo más fluido entre la gerencia de las empresas y los trabajadores. Esto es realmente novedoso si se considera que el floricultor es un sector agrícola, y es de alto impacto, pues la actividad se desarrolla en sólo 7.000 hectáreas en las cuales hay más de 200.000 trabajadores. 

¿Qué otras certificaciones existen para flores? 
Existen otras certificaciones que tratan de ser impuestas a los productores en Colombia. Ninguna de ellas ofrece el soporte y el respaldo al productor que el esquema Florverde ofrece, pues son sellos nacidos de sectores que no necesariamente conocen la actividad. Lo que hemos venido haciendo es buscar homologaciones para que los productores no tengan que certificarse bajo un número indefinido de sellos, sino que haya un reconocimiento mutuo desde el principio.

 

El primero fue Globalgap, y se está trabajando para avanzar en auditorías conjuntas con Ethical Trading Initiative (Reino Unido). Así mismo, se avanza con Fundación Natura, entidad responsable en Colombia del sello Rainforest Alliance Certified, para un proceso de reconocimiento mutuo con esa certificación.

 

Cabe mencionar que el sello Florverde, el cual es otorgado por los organismos de certificación, está homologado con Globalg.a.p., un sello internacional que nació para frutas y vegetales y que en la actualidad cuenta con perfiles para ganadería, flores y ornamentales, café, té, pavo, acuacultura, etc. Florverde es uno de los trece esquemas homologados en el mundo con Globalg.a.p en la modalidad de Fully Benchmarked Scheme, y el único para flores en el hemisferio occidental. Los otros en América son México Calidad Suprema, para vegetales y Carne Natural de Uruguay. En flores, existen dos esquemas adicionales homologados en el mundo, MPS de Holanda y SwissGAP.

 

¿Cuáles son las oportunidades y amenazas, fortalezas y debilidades que afronta esta iniciativa? 
Las oportunidades. Si las implementamos a conciencia, tenemos oportunidades enormes, como sociedad, de hacer un viraje en la manera como hemos abordado la relación con la naturaleza. Para el sector floricultor las oportunidades tienen que ver con garantizar la disponibilidad de los recursos naturales y humanos en el mediano y en el largo plazo.

 

Amenazas: la dinámica económica y de los mercados a nivel internacional. Así mismo, la competencia desleal y la desinformación de algunos sectores en el exterior, que llevan a un desconocimiento y una interpretación tendenciosa de la realidad de la floricultura colombiana.

 

Fortalezas: la convicción del gremio floricultor colombiano, de que el camino de la sostenibilidad es el que se debe continuar y con ello la existencia de una iniciativa como Florverde, que es referente para otros países y para otros sectores en nuestro país.

 

Debilidades: la falta de participación de algunos pocos productores, en la iniciativa de producción verde del gremio, como es Florverde.

 

¿Cómo está Colombia, frente a otros países, en esta materia? 
Esto depende del sector de la producción desde donde se mire. El análisis es largo. En flores, en lo ambiental y lo sociolaboral, Colombia sí lleva la delantera, definitivamente. Junto con Holanda, lo ambiental es clave en el sector floricultor en Colombia. En lo social somos líderes, de lejos.

 

En cuanto al tema de trámites ambientales, volvimos a una gran debilidad institucional y eso hace que nuevamente no haya un entorno de confianza para el trabajo conjunto con las autoridades. En el pasado se trabajaba conjuntamente y se lograban mejores resultados. El caso de los trámites para la importación y exportación de especies no-Cites es un caso que merece un artículo aparte. Adelanto aquí que raya con el absurdo, por falta de coordinación entre las entidades y por falta de comprensión de la actividad productiva y de lo técnico por parte de algunos funcionarios.

 

¿Por qué apostarle al ambiente y emprender una producción limpia sí paga? ¿Es posible ser rentable sin ser responsable con el medio ambiente? 
Por ética, por convicción, por productividad, por ahorro, por compromiso. No es posible ser rentable si en la cuenta metemos el capital ambiental. Y no hacerlo sería no sólo ignorante, sino suicida. 

Desafíos y perspectivas... 
El gran desafío está en hacer que se comprenda lo que estamos haciendo en Colombia a través del programa, y que esto se reconozca y se respete. Adentro de Colombia hay muchas metas por cumplir dentro del plan estratégico del programa Florverde. Ellas incluyen disminuir más aún el uso de agua de fuentes superficiales y subterráneas, seguir disminuyendo el uso de plaguicidas químicos, disminuir el ausentismo, y muchas otras.

 

Pero para todo lo anterior, el gran desafío es que todo el sector floricultor esté en el bus de la sostenibilidad, e implemente las prácticas que Florverde promueve. 


Fuente: http://bit.ly/oRIDNo


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