El sueño del Valle del Cauca, de convertirse nuevamente en el principal proveedor de frutas del país, comenzó a tomar forma con la puesta en marcha de un proyecto piloto para sembrar 216 nuevas hectáreas de bananito, lulo, fresa, papaya, melón y maracuyá. La iniciativa, con la que empieza la implementación el Plan Frutícola del Departamento, tendrá una inversión de $6.400 millones provenientes de diferentes fuentes de financiación, entre las que se cuenta la Gobernación del Valle, el Fondo de Fomento Hortifrutícola, Finagro y los propios agricultores. Actualmente en el Valle del Cauca existen en promedio 34.000 hectáreas sembradas en frutas que producen 513.899 toneladas al año, pero según Alberto Hadad, presidente de la Sociedad de Agricultores y Ganaderos del Valle, SAG, se podrían tener unas 100.000 hectáreas sembradas adicionales. Explicó el directivo que en un primer impulso al Plan Frutícola, se logró la aprobación de un proyecto de siembra de frutales con el que se espera llegar a 300 familias en la región. Para ello, se escogieron seis especies que están dentro de los cultivos priorizados en el Valle del Cauca. "Lo que se ha buscado son frutas de ciclo corto que le permitan a los agricultores tener una pronta recuperación de la inversión", explicó Alexander Bolaños, director administrativo de la SAG. Destacó que el proyecto beneficiará a productores que tengan como mínimo entre 10 y 15 hectáreas disponibles. "Vamos a concentrarnos en los sitios más idóneos para desarrollar los cultivos, teniendo en cuenta que hay que aprovechar al máximo los recursos invertidos", dijo. Por lo tanto, se espera sembrar bananito, lulo y fresa en la zona alta de ladera, y en los terrenos planos papaya, melón y maracuyá, en especial en el norte del Departamento, que se ha especializado en estos frutales. "El Valle es una región privilegiada en frutas y tenemos muchos terrenos subutilizados. Ahora con el TLC con Estados Unidos es el momento de apostarle al agro y generar nuevos empleos", afirmó Alberto Hadad. La expectativa con el proyecto piloto es sembrar unas 216 nuevas hectáreas que representarán en dos años 13.800 toneladas en producción y unas ventas de $14.000 millones. Para complementar la cadena de abastecimiento se han establecido contactos comerciales con empresas como Grajales, Productora de Jugos, Frutales Las Lajas y Olmué, con el propósito de canalizar la producción de los agricultores y de las asociaciones. Carlos Acevedo, agricultor de Ginebra, dijo que los cultivadores están dispuestos a apostarle a la siembra de los nuevos frutales, siempre y cuando tengan el respaldo financiero y asistencia técnica. "Se requieren tres cosas fundamentales, recursos, apoyo técnico y ayuda para la comercialización", aseguró el productor que siembra mora y la vende en supermercados de la región. Según la SAG, la idea es apoyar en estos aspectos a los cultivadores y que el proyecto sirva de experiencia para que más agricultores se atrevan a sembrar frutas tropicales. Fuente: http://bit.ly/nHcKvR
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