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Los análisis sobre los impactos del TLC con los Estados Unidos en sectores sensibles como el agro, coinciden en que habrá perdedores, pero también ganadores.
En este último grupo puede estar el aguacate, básicamente el hass, un cultivo que en los últimos años ha tenido auge, y cuyo potencial es enorme.
José Maya es un cultivador que tiene 2 hectáreas en la Meseta de Popayán (Cauca), y su experiencia en el sector frutícola le indica que el TLC es una oportunidad, pero faltan condiciones para aprovecharla.
¿Por qué el aguacate puede ser un cultivo ganador?
El cultivo de aguacate hass en Colombia, que es el consumido en Estados Unidos y en Europa, ha venido creciendo, y hay 4 regiones con potencial que son Tolima, Antioquia, Cauca y Eje Cafetero. En esta parte del país hay unas 6.000 hectáreas sembradas, la mayoría de pequeños cultivadores con rendimientos importantes y con mucha posibilidad de exportación.
En el país están dadas las condiciones agroecológicas, sin embargo, no tenemos las herramientas para empezar un proceso continuo de exportaciones.
¿Y por qué?
Porque no hay una producción permanente ni volumen, y se requiere del manejo empresarial de quienes están en el cultivo.
¿Qué necesitan?
Necesitamos créditos adecuados, plántulas de viveros certificados, infraestructura, sistemas de información de precios y mercados, y asistencia técnica en producción y comercialización. La transformación para nosotros es clave porque lo que no se exporte en fruta, se puede procesar y venderlo con valor. Pero, desafortunadamente, no existe una política de gobierno que indique cómo hacer la transformación. En esto no hay nada, y es un área crítica.
¿En la región la competencia es fuerte?
Está Chile, que tiene 35.000 hectáreas sembradas, y Perú, con 20.000. México es gigantesco, tiene 140.000 hectáreas, pero ellos poco exportan porque casi todo lo consumen. Pero Colombia tiene ventajas.
Mientras en la Meseta de Popayán, donde tengo el cultivo, montar un árbol de aguacate cuesta unos $24.000, incluyendo plántula, insumo y mano de obra, en Chile hacer lo mismo vale el doble, y en Perú incluso cuesta más.
Estos países están impactados por el suelo. Colombia tiene buenas condiciones, y otra ventaja es que tiene más horas luz. Al punto que muchos chilenos empezaron a ver el país como una opción de inversión en el sector de frutas. Está el caso de Olmué, que asociado con una firma nacional está montando una planta procesadora de fruta en Palmira, Valle del Cauca.
Fuente: http://bit.ly/tdTCsH
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