La primera feria se hizo en el parque de Manga, a mediados de los 60 del siglo pasado, cuando un selecto grupo de ganaderos trajo sus ejemplares para comercializarlos en la ciudad. Fue todo un éxito, por ello decidieron crear la Corporación de Ferias de Cartagena y con sus recursos compraron por $80.000 pesos la cantidad de 11 Ha, según escritura No 335 del 28/04/1969. Ayudados con el producto de una sobretasa al impuesto de degüello más unos auxilios del Ministerio de Agricultura, completaron el dinero para construir las primeras instalaciones. Gracias al trabajo tesonero de esos ganaderos soñadores, nació el Coliseo Fulgencio Segrera Lourteau, bautizado en honor de uno de los ganaderos más ilustres de la ganadería bolivarense.
Años después, se decide hacer una feria nacional y para ello fue necesario hacer unas obras civiles de adecuación, en consecuencia hubo que tramitar un crédito por la suma de $16,500,000 pesos. Ante la imposibilidad de pagar esa suma y para evitar un embargo, la Corporación decidió entregar el coliseo a la Gobernación de Bolívar a título de cesión gratuita toda una lotería si se compara con el avalúo del coliseo en esos momentos, según escritura No 1419 de 12/06/1985, con la única condición de que esta pagara la suma adeudada.
De buena fe, concluyeron que era una solución sabia, pues era el deber del departamento incentivar su sector agropecuario, por eso a nadie se le ocurrió incluir una cláusula que impidiera su venta en el futuro.
Desde entonces, el coliseo ha sido mantenido y sus impuestos pagados por la Corporación Cebuista de Bolívar y por Cabalgar, bajo la figura de comodato precario, el cual equivale a un contrato verbal.
Por muchos años, la feria ha prestado un servicio invaluable al sector agropecuario. Hay una subasta ganadera semanalmente, también certámenes agropecuarios y equinos con regularidad.
Pero la ciudad llegó al coliseo. Su valor estratégico y comercial se disparó a cifras inimaginables; por ello, varios han sido los intentos por parte de gobernadores anteriores para 'sacarnos' de ese sitio. Hoy, sin suficiente socialización entre el gremio que concibió y pagó el coliseo, se rumora que hay planes concretos para construir unas instalaciones deportivas allí.
Contamos con suficiente derecho para exigir que nos construyan un nuevo y moderno coliseo de ferias, antes de salir del actual y estoy seguro que el gobernador lo honrará. El nuevo escenario debe estar muy bien situado y diseñado para garantizar su viabilidad hacia el futuro.
Confiamos en el gobernador Turbay; él es hombre de provincia y entiende su obligación de fomentar el sector agropecuario, pues conoce su importancia en el PIB y en el bienestar de los bolivarenses.
Fuente: http://bit.ly/2q3kLNl