Cerca de 700 pequeños y medianos productores de plátano en el municipio costanero de Puerto Escondido, Córdoba, se declararon en quiebra por culpa de la brisa loca y el fuerte verano, fenómenos que arrasan con unas 1.500 hectáreas del cultivo, de un total de 3 mil que se calcula que hay sembradas en las poblaciones rurales de El Prieto, San Luís, Los Sabalitos, Arizal, Las Mujeres, San José, El Silencio y Cerro Santa Cruz.
El citado municipio es quizá el más rico en producción del pan coger y desde allí se proveen almacenes de cadena y las plazas mayoristas de Barranquilla, Cartagena, Medellín, Cali, Barrancabermeja y Cúcuta. Sin embargo, se cree que en dichos mercados hay problemas de abastecimiento derivado de la crisis que se presenta en esta región de Córdoba.
José María Marsiglia, el más grande productor en Puerto Escondido, relató que dos meses atrás salían semanalmente al menos 20 camiones cargados hacia los mercados de las grandes ciudades, pero actualmente por la brisa loca y el verano, son despachados solo uno o dos viajes.
Para colmo de males la situación de aprieto ha reducido los costos y por ello las pérdidas son incalculables.
"A la crisis nuestra hay que agregarle que los mercados de las grandes ciudades están siendo abastecidos con plátano que es traído desde Ecuador, por eso nuestro llamado al Gobierno nacional para que nos ayude a mejorar nuestras cosechas y se controle el acceso del producto en la frontera", sostuvo Marsiglia.
Agregó que a la problemática se suma el pésimo estado de las carreteras, especialmente en épocas de lluvia.
En su finca de la vereda El Prieto, a tres kilómetros del casco urbano, Eduardo Vélez recorre con las manos en la cabeza su pequeño cultivo para cortar las matas que tumba la brisa loca y aprovechar los racimos biches que le arroja a los cerdos, porque muy poco sirven para el consumo humano.
El campesino asegura que las fincas plataneras hay que volverlas a construir, ojalá con la ayuda del Estado. La finca de don Eduardo queda en la orilla del mar y a toda hora los vientos están causando daño.
"Toda la producción se ha caído. Prácticamente hay que resembrar todo el área, estamos en la ruina prácticamente", relató el campesino de rula en el hombro.
Sorprendió el fenómeno. Miguel Vélez, nativo de Puerto Escondido y quien lleva siete décadas produciendo el cultivo, asegura que en todo este tiempo nunca antes había presenciado un verano tan fuerte y mucho menos acompañado de brisas que hacen daño.
En una parcela de tres hectáreas Luís Cedrón advierte que la brisa es prácticamente una enemiga.
"Caen diario mínimo 20 matas que poco y así poco a poco se debilita la cosecha. Ya no sabemos que hacer", sostuvo el labriego.
Dijo que se hace obligatorio proteger los racimos en el suelo hasta esperar que esté de cortar para recopilar los pedidos que se hacen desde los distintos mercados.
"Le pedimos al Gobierno nacional que no nos abandone. Es duro estar en crisis y que nadie nos tienda la mano": José María Marsiglia, productor de plátano en Puerto Escondido.
Por Eduardo García
Fuente: http://bit.ly/xN76PA
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