Aunque desde hace varios años en Colombia los precios de los fertilizantes son monitoreados y vigilados para que no se presenten alzas excesivas.
El monto de éstos sigue siendo un tema álgido para los empresarios del sector agrícola, quienes consideran que son elevados si se comparan con los indicadores internacionales.
Este negocio mueve al año 667 millones de dólares y su consumo promedio anual por parte del sector agrícola es cercano a 1,45 millones de toneladas.
La discusión sobre el tema de los precios se mantiene vigente. Mientras representantes de la Asociación de Agricultores de Colombia (SAC) consideran que el diferencial de los valores nacionales está muy lejos de los internacionales, directivas de empresas como Abocol y la Andi aseguran que hay un buen manejo.
La primera arista de esta controversia surge porque según un estudio realizado por la SAC titulado "Agricultura y competitividad: una comparación de lo esencial", Colombia paga por kilogramo de fertilizante 0,74 dólares mientras que su más cercano competidor agrícola y vecino como es Ecuador paga 0,39 dólares, Costa Rica 0,38 dólares y Brasil 0,31 dólares por kilogramo. "Este alto margen se da a pesar de que Colombia tiene en su territorio a grandes importadores de insumos básicos para la producción y distribución de fertilizantes", precisa el informe.
Frente al tema, el gerente Comercial de Abocol, Santiago Franco, dijo que los precios nacionales son más altos porque las empresas deben responder por fletes muy elevados. "Transportar una tonelada de fertilizante por tierra puede costar entre 80 dólares y 100 dólares", señaló. Franco dijo que además se debe compensar los costos del transporte marítimo, puertos y almacenamiento. Para el directivo el atractivo del negocio de fertilizantes no está en que haya altos márgenes, sino en las ventas en volumen.
En concepto de Franco es precisamente estas ventas en volumen las que hacen que el sector haya pocos jugadores, un comportamiento que es similar en diferentes partes del mundo.
En Colombia el negocio de fertilizantes está concentrado en tres grandes jugadores como Monómeros, Yara y Abocol, los cuales tienen aproximadamente el 85 por ciento de este negocio. Sin embargo, estas firmas empiezan a tener competencia con la entrada hace cerca de un año de la firma estadounidense ADM.
Vigilancia
La directora de Procultivos de la Andi, María Helena Latorre, considera que el manejo de precios de los fertilizantes está bien controlado por la vigilancia que hace el Gobierno Nacional a raíz de los problemas que se dieron en 2008. "Desde que se dio la problemática de precios el sector sigue marcado debido a las altas fluctuaciones que tiene el valor internacional de commodities como la urea.
Latorre señaló que hay estudios de firmas como Econometría que muestran que en este sector no hay abuso en materia de precios, sino que es altamente dependiente de los costos de las materias primas, ya que el 95 por ciento se trae de países desarrollados.
Teniendo en cuenta que el comercio de insumos para la agricultura colombiana se concentra en los fertilizantes (30 por ciento de los costos de producción), los estudios de Econometría recomiendan que se mantengan vigilados. Pero pese a la vigilancia de los precios, la SAC insiste en que es necesario ver el problema de fondo que está en la formación de precios por parte de los grandes importadores. Estudios del gremio muestran que, por ejemplo, el valor de la Urea en el mercado local fue más alto entre 125 dólares por tonelada y 614 dólares por tonelada en los últimos cuatro años. Este caso se repite en otros insumos como el DAP.
"Cuando se mira el comportamiento de los precios de los fertilizantes de manera individual, se aprecia que el crecimiento de los precios en Colombia es mayor, con respecto al internacional de los mismos productos. Así mismo, se puede ver que cuando los precios internacionales caen, los valores locales lo hacen más lentamente o mucho después evidenciando un rezago inexplicable, que siempre se atribuye a los altos inventarios", precisaron voceros de la SAC.
Radiografía
Para sostener la industria nacional de los fertilizantes se deben importar casi en su totalidad las materias primas que son básicamente nitrógeno, fósforo y potasio. De estas materias simples se realizan productos compuestos como el Tiple 15 y otros que fabrican las compañías locales, cuya demanda es cercana a las 406.000 toneladas. Monómeros y Abocol se encuentran dentro de las empresas con mayor capacidad de producción de abonos compuestos. En el caso de Monómeros se estima que importa cerca de 55 por ciento de la Urea (nitrógeno) que se trae el país. La Urea es uno de los componentes de mayor demanda en el país ya que representa cerca de 30 por ciento de las ventas. Las productoras de fertilizantes elaboran otros productos mezclados de menor complejidad que son demandados por pequeños agricultores.
Ferticol lucha por sostener ventas de Nitrón
Pequeños jugadores del sector de fertilizantes luchan por sobrevivir. Este es el caso de Fertilizantes Colombianos S.A. (Ferticol), el cual reactivó sus operaciones gracias a que la Gobernación de Santander le inyectó 3.000 millones de pesos para la puesta en marcha de los procesos de producción. La mayor problemática de la firma es el suministro de gas.
En la actualidad Ferticol produce 80 toneladas diarias de Nitrón 26 para el sector agrícola colombiano, un fertilizante simple nitrogenado utilizado en toda clase de cultivos en cualquier clima y terreno, como abono de cobertura y en procesos de reabonamiento, protegiendo a la planta del amarillamiento en el invierno o de las heladas del verano. "Es un producto de alta demanda en el país por lo cual las ventas están aseguradas. Mejorando los ingresos de la compañía podemos aumentar la cobertura nacional", explicó el secretario de Agricultura Departamental, Darío Echeverry.