domingo, 28 de febrero de 2016


¿Se puede renovar maquinaria agrícola con dólar a $3.300?


Para los gremios agrícolas del país, el parque de maquinaria con que trabajan tiene unas características sobresalientes: obsoleta, vieja, ineficiente y con altos costos de funcionamiento y mantenimiento. Es decir, una talanquera para su competitividad.

¿Pero si esa renovación no se dio hace 20 meses, cuando el dólar estaba a $1.800, se podrá hacer ahora que se tasa a $3.300?

De acuerdo con Rafael Hernández Lozano, gerente de la Federación Nacional de Arroceros, Fedearroz, una recolectora de arroz (combinada) tenía un valor de $450 millones y hoy está por encima de los $700 millones, lo que significa que para poder adquirirla, literalmente, se tiene que vender la finca.

En el caso arrocero, la renovación de maquinaria hay que mirarla desde otra óptica. Ellos están trabajando el programa Adopción Masiva de Tecnología, Amtec, el cual ya cuenta con un ICR del 40% para los pequeños productores, 30% para medianos y 20% para grandes y prestadores de servicios.

Además, con el fin de ayudar a matizar ese efecto negativo que tiene la revaluación, Fedearroz (con dineros de las subastas EPD) le presta al agricultor hasta el 50% de un equipo con tasas iguales al IPC.

"Se logran mitigar un poco los efectos de un dólar costoso, pero va a ser difícil. La única forma de compensar esa situación es con ICR y condiciones blandas de crédito", sentenció Hernández Lozano.

50% más de inversión

Para Jorge Quintero Pimentel, gerente del Frigorífico Río Frío, adentrarse en estos momentos en un plan de modernización es difícil, porque la importación de maquinaria se incrementó 50% en menos de 20 meses.

"Esta planta, que está orientada a las exportaciones, a pesar de ser moderna, tiene que realizar remodelaciones y actualización tecnológica de manera permanente", agregó.

Quintero Pimentel dijo que en las actuales condiciones económicas del país, para montar una planta tecnificada como la de Río Frío hay que realizar una inversión cercana a los $40 mil millones, cuando antes valía la mitad.

En su concepto, a los pequeños frigoríficos que existen en el país y que tienen que ponerse al día con las exigencias sanitarias del Invima (Resolución 1500), les quedará difícil e imposible lograrlo, por los efectos de la revaluación del dólar.

"Para poder seguir adelante con los programas de modernización, se necesita ICR y créditos blandos, pero a su vez, control al sacrificio clandestino, freno al contrabando y no permitir exportaciones de ganado en pie, pues se acaba la materia prima que permite un valor agregado", agregó.

Freno absoluto

El sector avícola, cinco años atrás, fue uno de los que más avanzó en tecnología.

La sistematización y automatización de las granjas avícolas fueron una característica sobresaliente.

Sin embrago, Jorge Alberto Quintero Serrano, directivo departamental y nacional de la Federación Nacional de Avicultores, Fenavi, estima que realizar la renovación de equipos e importación de tecnología en este momento es imposible.

Sin lugar a dudas, pesa la revaluación del dólar; pero en su estimación hay otros factores que no solo frenan la traída de innovación, sino toda iniciativa de expansión.

"Las improvisaciones del Gobierno tienen mucho peso. Ahora quiere quitarle los aranceles a los productos que se importan, medidas que desestimula la inversión, ya que generan incertidumbre y se atenta contra la seguridad alimentaria", aseveró.

En su concepto, la renovación tecnológica se detiene para los próximos tres años y si se llega a dar, se dará muy lento, porque solo se importarían algunas piezas para equipos que se encuentren en el país.

Quintero Serrano dijo que la renovación tecnológica les permitió avances significativos para ganar espacio en la mesa de los consumidores; pero ante las circunstancias actuales, no se logra solo con ICR y créditos blandos y a largo plazo.

En su opinión, se deben tomar medidas más allá a los incentivos a la importación. "Hay una gran incertidumbre con los diálogos de La Habana, pues no se conoce nada de lo que se está negociando. Se deben considerar un conjunto de políticas que le den al sector agropecuario estabilidad jurídica, seguridad, infraestructura, servicios y vías, entre otros; es un todo que no se logra facilitando unas condiciones para importar cierta tecnología", agregó.

Compensación

La maquinaria agrícola ha subido, como consecuencia de la trepada del dólar. 

De acuerdo con Ernesto Olave Ariza, experto en maquinaria agrícola, hay casos en que ese incremento oscila entre el 25% y el 50%, frente a como se estaba tasando hace 20 meses. 

A pesar de lo anterior, Olave Ariza estimó que las ventas no se han paralizado en porcentajes alarmantes, debido a que existen empresas que habían realizado importaciones significativas y aún tienen inventarios de maquinaria traída con dólar barato. 

"Ahora hay que tener en cuenta dos situaciones: los agricultores han entendido que es mejor comprar un tractor que cancelar servicios a altos costos; y ahora, se puede acceder a maquinaria de alta tecnología, la cual es mucho más eficiente y se puede utilizar para muchas labores", agregó el especialista. 

Olave Ariza expresó que el precio del tractor se difiere en el tiempo y se compensa con un crédito a cinco años, con uno de gracia, pago semestre vencido y un ICR de 15%. Además, agregó que la tecnología va de la mano con la capacidad instalada, por ejemplo, de un tractor y los implementos que se tienen que utilizar. 

Dólar alto e intereses para nada ayudan

De acuerdo con Hernán Hernández Peñaloza, miembro de la SAC, pretender una modernización de la maquinaria agrícola en estos momentos, con un dólar a $3.300, no solo es difícil, sino imposible. 

Para el directivo, hay dos factores que, podría decirse, ya están paralizando las inversiones en el sector agropecuario. 

Por un lado, la revaluación que conlleva a que la maquinaria importada haya subido un 50% de su valor puesta en Colombia; sin embargo, estima que se abren las puertas para producciones locales, como la metalmecánica, pero hay que tener en cuenta que la tecnología criolla no es capaz de confeccionar, por ejemplo, motores de alta precisión. 

El directivo dijo que se le ha sugerido al Gobierno que se adelante la importación masiva de maquinaria para agroindustrializar el país, tras sostener una concertación de lo que realmente se necesite. 

"Hace unos años, el ICR era del 40% y ahora es de solo 15%, hay que volverle a rescatar para casos específicos", agregó. 

Igualmente, Hernández Peñaloza estima que ahora al agro se le atravesó otra talanquera: las decisiones del Emisor y su trepada de tasas. 

"Si se mira el comportamiento de los bancos centrales de otros países, éstos están preocupados por la recesión en el mundo, mientras que nuestro Emisor hace lo contrario: aumenta las tasas y, de pasó, se encarecen los créditos, que prácticamente han doblado a los contratados con anterioridad. 

"Los agricultores que necesitan crédito para siembras de largo plazo han tomado la decisión de no hacerlo, porque cuando se realiza la proyección de 12 o 15 años, el servicio de la deuda es tan alto que lo producido no alcanza para cubrir esos gastos. Nadie se va a meter en la vaca loca de arruinarse", agregó. El directivo estimó que no hay nada que paralice más la actividad agropecuaria que unos créditos costosos. 

Fuente: http://bit.ly/1UtdKQy

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