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Por otra parte, la Encuesta de Opinión Empresarial Agropecuaria (EOEA) del segundo trimestre, que se realiza con el apoyo de Finagro, Banco Agrario, Bolsa Mercantil, Corpoica y la SAC, expresa que ha comenzado a cambiar la situación y la percepción de los productores rurales del país. Además, se indica una mayor disposición de incrementar la oferta. Los resultados de este sondeo no incluyen los más de 40 días del paro camionero. EXCLUSIVO.
FAUSTO MANRIQUE
Especial para Diario del Huila
Los resultados de la Encuesta de Opinión Empresarial Agropecuaria (EOEA), indicaron una mayor disposición de incrementar la oferta. Además, según el documento, ha comenzado a cambiar la situación y la percepción de los productores agropecuarios.
La EOEA es la encuesta especializada en el sector agropecuario que trimestralmente se realiza a alrededor de 2700 agricultores entre pequeños, medianos y grandes -con el apoyo de la SAC, Finagro, Banco Agrario, Bolsa Mercantil y Corpoica-.
En esta oportunidad, entre los resultados está que la situación para los productores ha presentado mejoras en algunos aspectos del desarrollo de su actividad. Algunas que se destacan son el clima y los precios.
"En cuanto a clima, y comparando el primer y segundo trimestre de 2016, el balance de desfavorabilidad para los productores pasó del 50,6% a 28,6%. La categoría pecuaria explica el resultado, pues la percepción de desfavorabilidad bajó de 58,4% a 24,8%; mientras que en el ámbito de cultivos se presentaron balances negativos de 40% en el primer trimestre y de 30,6%, en el segundo. Aunque la cifra de desfavorabilidad fue menor, cabe decir que en el segundo trimestre de 2015, el clima se ubicaba como un factor favorable (1,9%)", indica la Encuesta.
Y añade que los sectores que explican un comportamiento menos desfavorable en clima fueron: palma y caña (9%) y porcicultura (20,7%). Por su parte, los productores de la economía campesina (43%), semestrales fríos (69%) y leche (50%), lo vieron como un factor desfavorable.
Precios de venta, a positivo
En precios de venta, los productores mantuvieron su percepción de favorabilidad entre el primer y segundo trimestre de 2016, después de tres años en los que este factor presentó un balance negativo.
La Encuesta de Opinión Empresarial Agropecuaria reveló que en materia de precios de venta el balance de favorabilidad pasó de negativo (32%) en el segundo trimestre de 2015 a positivo (11,3%), en igual periodo de 2016. En el ámbito de cultivos, los precios recibieron calificación desfavorable el año pasado (36%) y hoy tienen una percepción positiva (9,9%). En materia de producción de animales, también se evidencia aumento de favorabilidad del factor precio, pues en 2015 fue de -25,4% y ahora es de 13,6%.
"Los sectores que explican un balance positivo en materia de precios, durante el segundo trimestre, fueron: Flores (35,6%), semestrales de clima frío (24,8%), avicultura (13,8%), carne (23,2%), leche (15,6%). Los que presentan un balance negativo en este rubro fueron: café (5,8%) y porcicultura (15,3%)", añade la EOEA.
Para los productores del sector agropecuario, los costos de producción para el periodo de marzo- junio, fueron desfavorables (13,1%), con percepciones muy similares entre los empresarios del sector agrícola y pecuario, y con una ligera variación con respecto a igual periodo en 2015.
Comparando con el trimestre anterior, se hizo evidente un aumento en la percepción desfavorable de los costos de producción con relación al trimestre anterior, tanto para el sector agrícola (3%), como pecuario (7,5%).
El documento expresa que todos los sectores se han visto afectados por los costos de producción. Caña y palma (-24,6%), semestrales cálidos (19,7%), porcicultura (23,3%) y avicultura (16,3%), son los que más reportan desfavorabilidad en este rubro.
Situación: buena pero no mejor que en 2015
El resultado de la EOEA entre abril-junio de 2016, muestra que para los empresarios del sector agropecuario la situación económica es buena (30,3%), pero no mejor que la de 2015 (31,6%).
"Discriminando el resultado, la percepción de situación económica 'buena' se redujo de 35.1% en el segundo trimestre de 2015, a 29% en el mismo trimestre de 2016. Por su parte, el sector pecuario presentó mejorías en su economía, pues la situación fue buena para el 32,6% de los encuestados, mientras que en 2015, lo había sido para el 24,9%", dice el documento.
De acuerdo a la percepción de los consultados, las actividades que tuvieron una buena situación económica en cultivos fueron: flores (45,6%), palma y caña (32,8%), semestrales cálidos (27,3%) y banano (25%). En términos pecuarios: avicultura (43%) y ganadería de carne (38,9%) y leche (27,2%).
Porcicultura (24,7%) y café (11,4%) presentaron descensos significativos en la percepción de situación económica "buena" por parte de sus productores.
Inversión se sostiene
De acuerdo con los resultados, se puede decir que la favorabilidad mencionada, en materia de precios y la reducción en la percepción negativa sobre el impacto del clima, han llevado a los sectores a invertir en producción, más no en equipos, adecuación de tierras, instalaciones y obras de infraestructura. Así, los encuestados revelaron en la EOEA que ampliaron el tamaño de su unidad productiva, con porcentajes significativos (28,70%): banano (48%), flores (34,9%), semestrales cálidos (34,6%), palma y caña (31,4%), café (30,3%), economía campesina (22%), semestrales fríos (13,9%).
Además, 9,5% de los productores pecuarios consultados en la Encuesta afirman que compraron animales. Sin embargo, con respecto a igual periodo de 2015, lo que realmente presentó incrementos importantes en el rubro fue la ganadería de leche (8,9%) y carne (11,3%), pues en avicultura (11,7%) y porcicultura (4,9%), la intención de compra se redujo.
En conclusión, ha comenzado a cambiar la situación y la percepción de los productores agropecuarios frente al entorno de dificultades climáticas de sequía, precios internacionales y nacionales bajos y apreciación del peso que afectaron al sector hasta el primer semestre de 2016. "Los resultados de la EOEA del segundo trimestre de este año indican una fuerte reacción del sector agropecuario al fin del fenómeno de El Niño, expresada en una mayor disposición a recuperar la oferta gracias a los aumentos en precios y el retorno de las precipitaciones. Se captó una opinión favorable a incrementos en el tamaño de las unidades productivas y la compra de animales en ganado bovino, aunque en otros subsectores y tipos de inversión no hubo mayor reacción", indicaron los realizadores de la Encuesta.
Crecimiento del campo, por debajo de la economía colombiana: ANIF
Según la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), el crecimiento del sector agropecuario superó las expectativas en 2015. En efecto, el sector alcanzó un crecimiento del 3,3% anual, por encima del 3,1% de la economía (como un todo) y del consenso del mercado, que estimaba una expansión no más allá del 3% anual. Dicho desempeño se logró gracias al buen momento de la caficultura y a que los riesgos propios del fenómeno de El Niño no se materializaron en su totalidad durante ese período. No obstante, para 2016, las perspectivas para el sector agropecuario, como veremos, no son igual de favorables con respecto a lo observado en 2015.
"El dinamismo del sector agropecuario en 2015 obedeció principalmente a que el cultivo de café creció un 15,6% anual en ese período. Allí, la producción bordeó los 14,2 millones de sacos, lo cual elevó el valor de la cosecha a $6,2 billones. A su vez, la producción pecuaria se expandió un 3,2% anual, con crecimientos en ganado porcino (10,8%), aves de corral (4,8%) y ganado bovino (1,3%). Entretanto, la silvicultura y la pesca crecieron un 0,7% anual, mientras que los cultivos agrícolas (diferentes del café) crecieron un 0,6% anual. Respecto a estos últimos, cabe subrayar que aun cuando los cultivos permanentes registraron un crecimiento del +1,8%, los cultivos transitorios se contrajeron un -2,5% por efecto de la sequía extrema en algunas zonas productoras", dijo el gremio.
Ahora bien, el panorama en 2016 no es muy alentador. ANIF estima que el sector agropecuario estaría creciendo un 1,7% anual, por debajo de lo que lo haría la economía (2,5% anual), debido a varias razones. En primer lugar, el sector agropecuario continúa atravesando por una grave crisis de rentabilidad, caracterizada por altos costos de producción y bajos precios pagados al productor. La difícil situación del sector quedó retratada en los resultados del Censo Nacional Agropecuario, al evidenciarse el atraso considerable del campo colombiano. Allí, no solo quedaron al descubierto los altos índices de pobreza de la población rural (donde el 44,7% de los habitantes está en situación de pobreza), sino también la ausencia de una política para la provisión de bienes públicos.
En segundo lugar, está la incidencia del fenómeno de El Niño en zonas rurales de Colombia. Este evento ya ocasionó retrasos en las siembras durante 2015 (reflejadas en un relativo desabastecimiento de algunos productos básicos y una creciente inflación de alimentos), pero la fuerte sequía del primer trimestre del año tendrá efectos directos sobre los volúmenes y la calidad de la producción en 2016 (especialmente en los cultivos transitorios). La Encuesta de Opinión Empresarial Agropecuaria, correspondiente al primer trimestre de 2016, es muy diciente en este sentido. En ella se aprecia que el factor clima fue el más desfavorable para los productores por amplio margen. En el otro extremo aparece la amenaza que supone el fenómeno de La Niña (con el 76% de probabilidad de ocurrencia en el último trimestre de 2016) y que en 2011 le costó al país unos $11,2 billones (1,8% del PIB), según la Cepal y el BID.
Para Sergio Clavijo, presidente de ANIF, además de los problemas estructurales comentados anteriormente y de lo incierto de las condiciones meteorológicas, se suman otros riesgos de orden macroeconómico (local y global) que afectarán de alguna manera el desempeño del agro colombiano. Entre estos se encuentran: i) la desaceleración económica del país hacia el 2,5% anual en 2016, que implicaría una desaceleración considerable en la demanda interna (creciendo apenas un 2,2% anual); ii) la persistencia inflacionaria de los últimos meses, que generó una subida en la tasa repo de 300 puntos básicos hasta el 7.50%, afectando lo que será la inversión privada en 2016; iii) la devaluación peso-dólar, que continuará encareciendo los costos de las materias primas importadas por el sector y será un obstáculo más para la capitalización del campo; y iv) la moderada recuperación de las economías estadounidense y europea, que no supone un factor dinamizador de las exportaciones agropecuarias colombianas.
En síntesis, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras sostiene que el crecimiento del sector agropecuario superó las expectativas de crecimiento en 2015 al expandirse un 3,3% anual, por encima del 3,1% de la economía. Dicho desempeño se logró gracias al buen momento de la caficultura y a que los riesgos propios del fenómeno de El Niño no se materializaron en su totalidad durante ese período. No obstante, para 2016, las perspectivas para el sector agropecuario no son igual de favorables como las de 2015. Ante esto, ANIF estima que el sector agropecuario estaría creciendo un 1,7% anual, por debajo de lo que lo haría la economía (2,5% anual), como consecuencia de problemas de orden estructural, el factor clima y otros riesgos de orden macroeconómico.
Fuente: http://bit.ly/2ajjCeE
En el transcurso de la semana disminuyeron las cotizaciones de las hortalizas, especialmente del pimentón, la cebolla junca, la arveja verde, el tomate chonto, la zanahoria, la ahuyama y el pepino cohombro. En el caso del pimentón, se registró un aumento en la oferta procedente de Antioquia, Valle del Cauca y Norte de Santander, lo que ocasionó la caída.
Asimismo, bajaron las cotizaciones de los tubérculos, principalmente de las papas única, parda pastusa, suprema, rubí, R-12 negra y criolla limpia, las yucas criolla e Ica, la arracacha amarilla y el plátano hartón. Aumentó la oferta de papa única procedente de Nariño, gracias a la realización de caravanas con el acompañamiento de la Policía Nacional y al fin del paro camionero.
También bajaron los precios de las frutas frescas; tal es el caso de la granadilla, el maracuyá, la mora de Castilla, la guayaba pera, el lulo y el tomate de árbol. En el caso de la granadilla, se contó con más cantidad desde Valle del Cauca, Risaralda, Cundinamarca y Huila.
Fuente: http://bit.ly/2akzLBH
Luego de un largo y controvertido proceso de negociación y aprobación, el pasado viernes se puso en marcha el Tratado de Libre Comercio con Corea del Sur. No obstante los temores que en un principio este suscitó entre diversos sectores económicos, finalmente se alcanzó un acuerdo que debe resultarle favorable al país.
En particular, el sector agropecuario, que en las negociaciones de otros TLC ha mostrado su oposición y descontento, en esta ocasión reconoce que la nación asiática representa una gran oportunidad para la diversificación de las exportaciones agrícolas.
En el caso de Corea del Sur hay dos factores que facilitan la entrada de la oferta alimentaria y agroindustrial proveniente de Colombia.
De una parte, se trata de un país que tiene una disponibilidad de tierra con vocación agrícola muy limitada, lo que hace que la producción interna de bienes agropecuarios sea deficitaria. Por tanto, para satisfacer las necesidades y las demandas alimentarias y agroindustriales de los hogares debe recurrir a las importaciones.
De otra parte, como se trata de una población de un tamaño relativamente importante (cerca de 50 millones de personas) con un ingreso per-cápita alto (casi 40.000 dólares anuales) no solo se demandan bienes básicos sino que se requieren productos de alto valor (como las flores frescas y las frutas exóticas) y con mayores niveles de transformación (trozos sazonados y congelados de carne de pollo).
De allí que diversos productos agrícolas y pecuarios que se producen en nuestro país, como son el café, el cacao, las pulpas de fruta, el chocolate, los lácteos y la carne de res, de pollo y de cerdo, tienen un alto potencial de exportación.
Pero, según ProColombia, las oportunidades no se limitan a los productos agropecuarios (actividad que sin duda debe convertirse en ganadora neta con el TLC con Corea del Sur), sino que otros sectores, como el industrial, tienen también la posibilidad de desarrollar una oferta exportable de cierta importancia.
Entre las actividades industriales con potencial se encuentran los cosméticos, los dispositivos médicos, los productos para la salud y la marroquinería.
Aunque durante la fase de negociación del Tratado las industrias automotriz y de electrodomésticos se mostraron recelosas en razón a que los correspondientes pares de Corea del Sur son potencia a nivel mundial, finalmente se ajustaron a cronogramas y condiciones que facilitan el desarrollo de sus capacidades hasta que las importaciones coreanas entren sin arancel.
Hasta ahora, Colombia no ha sabido sacar mayor provecho de los tratados comerciales que ha firmado, por ejemplo, con Estados Unidos y la Unión Europea. En este sentido los avances en materia de penetración comercial son aún muy magros. Ello a pesar de tratarse de los principales mercados a nivel mundial.
El país no debe perder de vista que la región Asia-Pacífico constituye un bloque de países en crecimiento y con un inmenso potencial de consumo e importación de diversos bienes. En este orden de ideas, el vínculo con Corea debe convertirse en la forma como se avance en la conquista de dichos mercados.
Pero para hacer realidad los potenciales de exportación que ofrece el TLC con Corea del Sur, es necesario que, con el liderazgo del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y el apoyo del Ministerio de Agricultura, se impulsen las políticas y las acciones que aseguren la pronta concreción y ampliación de la oferta exportadora hacia esa nación.
Fuente: http://bit.ly/2a3SX8j
La venta de carne de cerdo en canal (fresca) está cediendo espacio ante las mayores exigencias de los consumidores colombianos, lo que a su vez ha presionando a productores a diversificar su oferta, así como a eliminar fronteras y a apostar por los dividendos del valor agregado.
En eso coinciden los porcicultores del país, reunidos desde ayer en Santa Marta en su congreso bienal. Se declaran confiados en que de aquí al año 2022, esta proteína tenga un mayor consumo que la de ganado bovino.
Juan Carlos Cardona, director Comercial de Cerdos del Valle (Cervalle), explicó que existen unas siete empresas trabajando en la creación de marca, que se están disputando a los clientes.
"Detrás de la marca va todo un concepto, un estado de confianza de la gente y eso ha sido fundamental".
Hay una oferta variada y es notorio el crecimiento del consumo. "Creemos que la gente ve el valor agregado del producto y la relación precio-calidad frente a otras carnes y es claro que en unos años habrá una demanda superior", apuntó Cardona.
En el caso de esta empresa, el 85 % de sus ventas es de cerdo despostado (piezas). "Ya el cliente pide lo que necesita, pernil, costilla, tocineta y todo depende del perfil del mercado".
Por su parte, Guillermo Barreneche, gerente de Porcicultores APA, señaló que esta firma antioqueña se enfocó en mejorar la competitividad del negocio y su estrategia es la integración total de la cadena productiva de la carne de cerdo: "trabajamos en alimentos, equipos, asesoría técnica, aseguramiento y transporte, es decir, en todos los costos de la cadena para que los empresarios puedan enfrentar los desafíos de la actividad".
El empresario destacó que el mercado de esta carne se transformó y lo que se demanda es aquella empacada al vacío o en embutidos.
En esa línea la Asociación Colombiana de Porcicultores (Asoporcicultores) y el Centro de Investigación y Transferencia de Tecnología del Sector Porcícola (Ceniporcino) realizan frecuentemente capacitaciones, y la próxima será entre el 29 de agosto y el 8 de septiembre, y tratará sobre tecnología de productos cárnicos frescos y cocidos.
La idea es mejorar la productividad y competitividad de la industria cárnica porcina, mediante la adopción de procesos de transformación de la carne de cerdo que permitan la innovación de productos con valor agregado, que cumplan con las expectativas de los consumidores.
La Encuesta de Sacrificio de Ganado (Esag) mostró que en el primer trimestre de este año se beneficiaron 915.553 cerdos, lo que representó un crecimiento de 14,1 % frente a igual periodo de 2015.
"Dichas cifras están en línea con los datos del Sistema Nacional de Recaudo de la Asociación de Porcicultores (Fondo Nacional de la Porcicultura), el cual reportó un beneficio en el primer trimestre de 892.975 cabezas y un crecimiento del orden del 13,43 %", según Asoporcicultores.
El gremio precisó que la diferencia puntual en las cuantificaciones de la Esag (que elabora el Dane) y las del Sistema de Recaudo corresponden a que se emplean metodologías distintas.
Mientras el Dane usa un método estadístico a partir del seguimiento continúo de una muestra de plantas de beneficio, en algunos municipios del país, los porcicultores cuantifican el beneficio formal de porcinos a través del registro de la Cuota de Fomento Porcícola, que realizan las plantas de beneficio y tesorerías municipales del país, a través del Sistema Nacional de Recaudo.
Fuente: http://bit.ly/29FE9a9
La semana pasada la Gobernación del Cesar y el Ministerio de Agricultura presentaron los lineamientos de lo que será la política agropecuaria de ese departamento para los próximos años. La bautizaron 'Cesar Siembra'. Es una apuesta novedosa que representa un cambio significativo para un departamento con un agro en declive, que lleva casi tres décadas de un discurso contestatario y políticas asistencialistas poco efectivas.
El Cesar, entre los años 70 y mediados de los 80, contaba con un sector agropecuario vigoroso y era un referente nacional. Era el gran productor de algodón de Colombia, sembraba otros cultivos semestrales como maíz y sorgo, y mantenía un hato ganadero importante. En 30 años, pasó de casi 300.000 hectáreas sembradas a menos de la mitad, aun cuando en palma africana se cultivaron en el periodo más de 60.000 hectáreas y llegó a tener más de 40.000 en arroz, de las cuales hoy no queda ni la mitad.
La culpa de su debacle se la achacan de manera desmedida a la apertura económica y los TLC, pero las causas son más complejas y diversas. La principal dificultad ha sido que la productividad no mejoró al ritmo necesario para competir contra los precios internacionales. No solo los rendimientos por hectárea se estancaron, sino que los costos crecieron desproporcionadamente y muchas de las prácticas productivas implementadas se basaron en el uso exagerado de agroquímicos y manejos equivocados de los sistemas, tales como la labranza excesiva, que agotaron la productividad de muchos suelos.
La guerrilla, el paramilitarismo y diferentes carteles también colaboraron con la destrucción del agro. Y para completar, en momentos de recuperación incipiente, el fenómeno de 'El Niño' golpeaba y generaba nuevas pérdidas. Hoy, con el cambio climático, un 47,8% del departamento es susceptible a déficit hídrico en épocas normales sin fenómenos de 'El Niño' o 'La Niña'.
El remedio aplicado por décadas ha sido el equivocado. Los subsidios y apoyos productivos y la refinanciación de las deudas no han podido recuperar la tendencia en un territorio con una oferta ambiental propicia para un número importante de actividades agropecuarias.
Con estos antecedentes, es muy positivo ver que la administración del gobernador Ovalle le está dando un giro radical al tema. En alianza con la Upra (Unidad de Planificación Rural Agropecuaria) del Ministerio de Agricultura, se encuentra zonificando el departamento según la vocación de sus suelos y la de un portafolio de cultivos promisorios tales como cacao, mango, caucho, ganadería bajo sistemas silvopastoriles, palma, café orgánico, cítricos, maíz, cultivos forrajeros, hortalizas, aguacate y el tradicional algodón.
Por otro lado, el Departamento se encuentra desarrollando un estudio serio, solicitado por años, que genere un aforo de sus fuentes hídricas, tanto superficiales como subterráneas, que serían el eje de la recuperación agropecuaria. También trabaja con Corpoica y otros aliados en estructurar un proyecto de investigación y transferencia tecnológica financiado con sus regalías, que genere los parámetros para el uso eficiente y racional del recurso hídrico y soporte una agricultura que logre recuperar e intensificar de manera sostenible su agro.
En unos tres años nuestro centro de investigación Motilonia, en Codazzi, que también estuvo a punto de fenecer, se convertirá en el centro de referencia y transferencia de tecnología del agua, que sustentará los nuevos modelos productivos a seguir. En buena hora el Cesar les apuesta a los bienes públicos para reactivar su sector agropecuario.
Juan Lucas Restrepo
Director ejecutivo de Corpoica.
jlrestrepo@corpoica.org.co
Fuente: http://bit.ly/29m4Rp0
A corte del 31 de mayo, el Banco Agrario de Colombia desembolsó 35.773 millones de pesos en el Cesar, de los que 19.954 millones (lo que significa el 56 %) se orientaron al sector agropecuario y de esos 8.421 millones se destinaron a pequeños productores.
Así lo dio a conocer el presidente de la entidad, Luis Enrique Dussán López, en su reciente visita a Valledupar, explicando que los mayores municipios con desembolsos fueron: Valledupar, con 12.838 millones; Aguachica, 4.274 millones; Codazzi, 1.838 millones; Chiriguaná, 1.552 millones; y San Alberto, con 1.469 millones.
Entre las actividades agropecuarias a las que el Banco Agrario 'le inyectó' más recursos están: la ganadería, con 8.220 millones; capital de trabajo –otras actividades agropecuarias-, 2.485 millones; actividades empresariales agropecuarias, 2.089 millones; café, 1.436 millones; y frutales, un total de 1.372 millones.
Dussán López indicó que la cartera en el departamento está constituida así: 231.769 millones (1,8 % del total del Banco), representados en 25.118 obligaciones. De este monto, 185.069 millones están concentrados en el sector agropecuario con 15.615 obligaciones, y a los pequeños productores les corresponden 83.256 millones.
Los municipios con mayor saldo de cartera son: Valledupar (45.057 millones), Aguachica (26.809 millones), Codazzi (18.341 millones), La Paz (12.619 millones) y Tamalameque (10.505 millones).
"Las actividades agropecuarias con mayor nivel de cartera son ganadería, con 73.349 millones; café, 21.243 millones; palma, 19.773 millones; adecuación y compra de tierras, 10.509 millones; y frutales, con $9.729 millones", manifestó el Gerente del Banco Agrario.
En aras de reactivar el agro cesarense, la Administración Departamental presentará hoy de manera oficial el programa Cesar Siembra, que contará con tres paneles dirigidos por expertos en temas agropecuarios. La cita es en el Coliseo de Ferias de Valledupar desde las 8:30 a.m.
La instalación del acto estará a cargo del gobernador del Cesar, Francisco Ovalle; y el director Ejecutivo de la Federación de Departamentos, Amilkar Acosta Medina. Por su parte, el secretario de Agricultura y Desarrollo Empresarial del Cesar, Carlos Eduardo Campo Cuello, presentará en detalle el contenido del programa Cesar Siembra.
El encargado del Ministerio de Agricultura, Juan Pablo Díaz Granados, instalará el panel denominado 'Política Pública, Inversión Privada y Desarrollo Rural', que será moderado por el líder gremial Jorge Eliécer Quintero Castro. Allí intervendrán el subdirector de Producción y Desarrollo Rural, Diego Mora; el gerente de Agrofuturo, Ricardo Jaramillo; el director nacional de Corpoica, Juan Lucas Restrepo; y el gerente de Hybrytec, Carlos Jaramillo.
El segundo panel 'Cooperación Internacional e Instrumentos Financieros para el Desarrollo Rural', programado para las 11:00 a.m., será orientado por el presidente de Campetrol Rubén Darío Lizarralde, y moderado por Carlos Alberto Maestre Maya. Participarán el presidente del Banco Agrario, Luis Enrique Dusan; el presidente de Finagro, Carlos Ramiro; el representante de Findeter, Carlos Murgas, y el gerente de Megaleche, Miguel Valverde.
A partir de las 2:00 p.m. se realizará el tercer panel 'Desarrollo Rural y Ocupación Productiva del Territorio en el Marco del Posconflicto', dirigido por el director de la Unidad de Planificación Rural, UPRA, Felipe Fonseca Fino. Este panel será moderado por Enrique Herrera Araújo. Intervendrán: el director de la Agencia Nacional de Tierras, Miguel Samper; el gerente de Sostenibilidad de Prodeco, Nicolás Gómez; el presidente de Drummond, José Luis Linares; y el gerente comercial de la Federación Nacional de Cafeteros, Felipe Robayo Duque.
¿Qué es Cesar Siembra?
Cesar Siembra es una política pública de Desarrollo Rural que contiene los lineamientos para el sector agropecuario del Cesar proyectada hacia el año 2032, es decir involucra cuatro periodos del gobierno departamental. Se articula con el programa Colombia Siembra del Gobierno Nacional, orientado a la reactivación del sector agropecuario con el incremento de la productividad y el área sembrada.
Entre las apuestas de Cesar Siembra se tienen la definición de mapa de zonificación agrícola del Cesar, la formulación y ejecución de proyectos de irrigación, el impulso al uso de energías alternativas como la solar y la eólica, el apoyo a los productores a través de la asignación de incentivos de fomento como el Incentivo a la Capitalización Rural, ICR, y el Fondo Agropecuario de Garantías, FAG.
Otras apuestas son las de propender por la seguridad alimentaria de las familias campesinas y mejorar el acceso del crédito para los productores agropecuarios.
Fuente:http://bit.ly/29jttAz
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