El Banco Agrario puso en marcha un plan piloto, con el fin de tener oficinas 'híbrido' entre la sucursal como tal y el corresponsal bancario.
"La autonomía de estas será tanta que desde allí podrán hacerse operaciones más complejas que el pago de servicios o las transferencias, normales que hoy hace cualquier corresponsal", dijo en entrevista con Portafolio, Luis Enrique Dussán, el nuevo presidente de esta entidad financiera.
¿Cuáles son sus objetivos de trabajo?
Son dos: lograr un mayor acceso al crédito, que sea fácil, oportuno y eficiente, de acuerdo con sus necesidades, centrado en el pequeño productor. En segundo lugar, hacer una revisión estructural del banco, para ver, en detalle, cómo operan sus procesos, con el fin de hacerlo más 'liviano', más ágil.
¿Acaso, hay talanqueras?
He detectado muchos requisitos, muchos pasos complejos, como consecuencia de una carencia de tecnología para hacer los procesos.
Por otra parte, hay mucha centralización, por lo que creo que debe depositarse más confianza en las direcciones regionales, pues la mayor parte de los créditos se aprueban en Bogotá en 'fábricas de crédito'; esto debe descentralizarse.
Están revisándose cada uno de los procesos para analizar cómo hacerlos más ágiles, sin perder los esquemas de control. No se 'relajará' nada.
Otra de las talanqueras es el acceso de los pequeños y medianos productores: en eso estamos trabajando, en relacionarnos más con el primer eslabón de la cadena.
¿Actualmente ejecuta proyectos particulares?
Ejecutamos uno con Desjardins, banca de origen canadiense, para profundizar en temas relacionados con esquemas de seguros cooperativos.
Otros, tienen que ver con tecnología de movilidad y de banca virtual para los clientes.
¿Esto es seguros?
El banco tiene estos instrumentos y estamos trabajando de la mano con Finagro.
La entidad puso en marcha un piloto que consiste en 'amarrar' el seguro al crédito agropecuario.
¿Pero será obligatorio?
No de esta forma, pues cerraría el acceso al crédito agropecuario.
Hay otras formas de persuadir al solicitante de crédito para que lo tome, por ejemplo, ofreciéndole que su crédito tendrá un punto menos en la tasa de interés si toma el seguro.
Vale la pena señalar que, hoy, el Gobierno mantiene el incentivo de hasta el 80 por ciento del costo de la prima.
¿Cómo le llegará a los productores?
No queremos asesores comerciales que se afanen por poner los productos del banco en manos de los usuarios, queremos que acompañen al productor para que le vaya bien.
Queremos tener asesores que sepan del negocio y del financiamiento del sector agrario.
El acompañamiento debe ser de principio a fin, desde la solicitud de crédito hasta que pague el último peso del crédito.
¿Implicará cambios de personal?
No es necesario; más bien, vamos a capacitarlos e intentar cambiarles 'el chip'. Esto ya funciona a través del grupo de asesores del banco llamado Asagro.
¿El banco es solo Agrario?
No. La entidad tiene por estatutos el llamado '70/30'; es decir, mínimo el 70 por ciento de las operaciones deben dirigirse al sector agropecuario, y el resto, a la banca comercial como tal.
Queremos prepararnos para el posconflicto, con crédito asociativo, por ejemplo, con las entidades cooperativas.
¿Hay alianzas con otras entidades?
El banco ha establecido buenas relaciones con las entidades territoriales, por lo que buscamos convertirnos en operador del redescuento de las líneas de crédito de Findeter o de otras entidades para financiar, en los municipios, obras como acueductos rurales y vías terciarias; en fin, todo tipo de bienes públicos para el sector rural.
¿Y en microfinanzas?
Tenemos unas líneas que han venido creciendo, de la mano con los pequeños productores, base de la pirámide rural que queremos dinamizar.
¿Más proyectos?
Uno de movilidad, por ejemplo, en el que el asesor comercial visita la finca y desde allí, con una tableta, origina el proyecto productivo; está en la primera etapa.
Otro, con la compañía Movistar para llevar los medios de banca electrónica, no solo para teléfonos inteligentes, sino también para los convencionales para hacer todo tipo de transacciones que hoy demandan los clientes del sector financiero.
"La autonomía de estas será tanta que desde allí podrán hacerse operaciones más complejas que el pago de servicios o las transferencias, normales que hoy hace cualquier corresponsal", dijo en entrevista con Portafolio, Luis Enrique Dussán, el nuevo presidente de esta entidad financiera.
¿Cuáles son sus objetivos de trabajo?
Son dos: lograr un mayor acceso al crédito, que sea fácil, oportuno y eficiente, de acuerdo con sus necesidades, centrado en el pequeño productor. En segundo lugar, hacer una revisión estructural del banco, para ver, en detalle, cómo operan sus procesos, con el fin de hacerlo más 'liviano', más ágil.
¿Acaso, hay talanqueras?
He detectado muchos requisitos, muchos pasos complejos, como consecuencia de una carencia de tecnología para hacer los procesos.
Por otra parte, hay mucha centralización, por lo que creo que debe depositarse más confianza en las direcciones regionales, pues la mayor parte de los créditos se aprueban en Bogotá en 'fábricas de crédito'; esto debe descentralizarse.
Están revisándose cada uno de los procesos para analizar cómo hacerlos más ágiles, sin perder los esquemas de control. No se 'relajará' nada.
Otra de las talanqueras es el acceso de los pequeños y medianos productores: en eso estamos trabajando, en relacionarnos más con el primer eslabón de la cadena.
¿Actualmente ejecuta proyectos particulares?
Ejecutamos uno con Desjardins, banca de origen canadiense, para profundizar en temas relacionados con esquemas de seguros cooperativos.
Otros, tienen que ver con tecnología de movilidad y de banca virtual para los clientes.
¿Esto es seguros?
El banco tiene estos instrumentos y estamos trabajando de la mano con Finagro.
La entidad puso en marcha un piloto que consiste en 'amarrar' el seguro al crédito agropecuario.
¿Pero será obligatorio?
No de esta forma, pues cerraría el acceso al crédito agropecuario.
Hay otras formas de persuadir al solicitante de crédito para que lo tome, por ejemplo, ofreciéndole que su crédito tendrá un punto menos en la tasa de interés si toma el seguro.
Vale la pena señalar que, hoy, el Gobierno mantiene el incentivo de hasta el 80 por ciento del costo de la prima.
¿Cómo le llegará a los productores?
No queremos asesores comerciales que se afanen por poner los productos del banco en manos de los usuarios, queremos que acompañen al productor para que le vaya bien.
Queremos tener asesores que sepan del negocio y del financiamiento del sector agrario.
El acompañamiento debe ser de principio a fin, desde la solicitud de crédito hasta que pague el último peso del crédito.
¿Implicará cambios de personal?
No es necesario; más bien, vamos a capacitarlos e intentar cambiarles 'el chip'. Esto ya funciona a través del grupo de asesores del banco llamado Asagro.
¿El banco es solo Agrario?
No. La entidad tiene por estatutos el llamado '70/30'; es decir, mínimo el 70 por ciento de las operaciones deben dirigirse al sector agropecuario, y el resto, a la banca comercial como tal.
Queremos prepararnos para el posconflicto, con crédito asociativo, por ejemplo, con las entidades cooperativas.
¿Hay alianzas con otras entidades?
El banco ha establecido buenas relaciones con las entidades territoriales, por lo que buscamos convertirnos en operador del redescuento de las líneas de crédito de Findeter o de otras entidades para financiar, en los municipios, obras como acueductos rurales y vías terciarias; en fin, todo tipo de bienes públicos para el sector rural.
¿Y en microfinanzas?
Tenemos unas líneas que han venido creciendo, de la mano con los pequeños productores, base de la pirámide rural que queremos dinamizar.
¿Más proyectos?
Uno de movilidad, por ejemplo, en el que el asesor comercial visita la finca y desde allí, con una tableta, origina el proyecto productivo; está en la primera etapa.
Otro, con la compañía Movistar para llevar los medios de banca electrónica, no solo para teléfonos inteligentes, sino también para los convencionales para hacer todo tipo de transacciones que hoy demandan los clientes del sector financiero.