En febrero pasado se publicaron las cifras definitivas del comportamiento de la economía en el 2016, lo que hace propicio el momento para reflexionar, sin pretender de ser exhaustivo, sobre que pasó con el sector agropecuario en el año inmediatamente anterior, y pensar acerca de qué puede suceder en el inmediato futuro.
Durante el año pasado la agricultura colombiana tuvo un comportamiento que no permite considerarla como una "locomotora" que decididamente haya contribuido al desarrollo nacional. Es más, el programa Colombia Siembra parece que hasta ahora no ha dado frutos.
El crecimiento agropecuario durante el año fue inferior al de la economía (primer trimestre: -3,1% vs 0,2%; segundo trimestre: 0,1% vs 0,2%; tercer trimestre: -0,2% vs 0,3 %; cuarto trimestre: 2,6% vs 1,0%).
Para el año corrido, la economía nacional creció 2,0% mientras el sector agropecuario, en su conjunto, lo hizo tan solo el 0,5%.
Aquí es importante resaltar que no hubo un crecimiento negativo gracias a los cultivos transitorios que crecieron 1,4% mientras los permanentes lo hicieron al 0,5%.
PARA DESTACAR
Es de resaltar que entre los cultivos transitorios, los cereales crecieron 17,6% donde sobresale el arroz con un incremento en producción de 27%, lo que se debió a la desaparición del contrabando procedente de Ecuador y al precio del dólar que están haciendo costosas las importaciones provenientes de los Estados Unidos.
Por otra parte, el maíz amarillo tecnificado creció 7,5%, mientras el blanco tecnificado lo hizo en 5,1%.
Los cultivos permanentes, que en años anteriores jalonaron la agricultura, no lo hicieron en 2016, empezando por el café que decreció 0,3%, frutas -3,8%, oleaginosas -6,8% y caña -4,0%. Sin embargo, las flores y las plantas vivas crecieron 5,7% aprovechando así el buen precio del dólar.
En la actividad pecuaria la producción creció 0,9%. El ganado bovino decreció 5,4% debido principalmente a la etapa de retención de vientres como resultado de mejores precios. Por su parte, la producción de leche decreció 3,5% debido principalmente a factores climáticos.
El importante crecimiento de la producción de aves de 3,8%, de huevos 6,6% y de ganado porcino 10,4%, este último gracias al aumento en consumo por precio y la importante promoción, se dio a pesar de la disminución en las importaciones de maíz, lo que significa un incremento de la participación de la producción nacional de maíz en la alimentación animal.
Las exportaciones agropecuarias pasaron de U$S 2.415 millones en 2015 a U$S 2.565 millones en 2016, lo que significó un incremento de 6,2%.
Es importante resaltar que la participación del sector agropecuario en las exportaciones pasó de 6,8% a 8,3% lo que significa una mayor participación del sector como consecuencia de la caída de las exportaciones minero-energéticas.
Las importaciones agropecuarias, por otra parte, tuvieron una tendencia decreciente, debido en gran parte al precio del dólar, al pasar de U$S 2.330 millones en 2015 a U$S2.257 millones en 2016, lo que significó una disminución de 3,1%.
En este rubro, es importante resaltar que las importaciones de maíz duro (amarillo y blanco), procedentes de Estados Unidos, pasaron de 4,9 millones de toneladas a 4,2 millones lo que significó una disminución de 14%. El maíz continuó siendo el producto más importante en materia de importaciones agropecuarias, al participar con el 36% del valor total de estas.
LO QUE VIENE
En términos generales, durante 2017 el desarrollo agrícola colombiano dependerá en gran medida del precio del dólar, que de continuar así debe estimular los exportables como café, frutas, flores, palma, etc., a su vez debe estimular la sustitución de importaciones como maíz y posiblemente arroz, ya que el país se encuentra abastecido de estos dos productos.
En la parte pecuaria, la producción porcina trae una dinámica que seguramente continuará en 2017.
Para el caso de la actividad bovina, es poco el tiempo que ha transcurrido de retención, por tanto los precios, aparentemente, continuarán en los niveles con que se cerró el 2016 y la retención continuará.
El otro factor que definirá que pasa con el sector agropecuario en 2017 es que medidas tomará el gobierno para cumplir con los pactos de La Habana. Hasta el momento, el ambiente es de incertidumbre, que de seguir así puede afectar el desarrollo agrario.
Finalmente, para que la agricultura crezca de manera importante lo deberá hacer con agricultura mecanizada y por tanto este año se espera se aclare la incertidumbre sobre la propiedad a pesar que la ley Zidres fue un gran paso, pero se requiere completarlo. ¿Será que lo acuerdos de La Habana permitirán dar ese paso?
Durante el año pasado la agricultura colombiana tuvo un comportamiento que no permite considerarla como una "locomotora" que decididamente haya contribuido al desarrollo nacional. Es más, el programa Colombia Siembra parece que hasta ahora no ha dado frutos.
El crecimiento agropecuario durante el año fue inferior al de la economía (primer trimestre: -3,1% vs 0,2%; segundo trimestre: 0,1% vs 0,2%; tercer trimestre: -0,2% vs 0,3 %; cuarto trimestre: 2,6% vs 1,0%).
Para el año corrido, la economía nacional creció 2,0% mientras el sector agropecuario, en su conjunto, lo hizo tan solo el 0,5%.
Aquí es importante resaltar que no hubo un crecimiento negativo gracias a los cultivos transitorios que crecieron 1,4% mientras los permanentes lo hicieron al 0,5%.
PARA DESTACAR
Es de resaltar que entre los cultivos transitorios, los cereales crecieron 17,6% donde sobresale el arroz con un incremento en producción de 27%, lo que se debió a la desaparición del contrabando procedente de Ecuador y al precio del dólar que están haciendo costosas las importaciones provenientes de los Estados Unidos.
Por otra parte, el maíz amarillo tecnificado creció 7,5%, mientras el blanco tecnificado lo hizo en 5,1%.
Los cultivos permanentes, que en años anteriores jalonaron la agricultura, no lo hicieron en 2016, empezando por el café que decreció 0,3%, frutas -3,8%, oleaginosas -6,8% y caña -4,0%. Sin embargo, las flores y las plantas vivas crecieron 5,7% aprovechando así el buen precio del dólar.
En la actividad pecuaria la producción creció 0,9%. El ganado bovino decreció 5,4% debido principalmente a la etapa de retención de vientres como resultado de mejores precios. Por su parte, la producción de leche decreció 3,5% debido principalmente a factores climáticos.
El importante crecimiento de la producción de aves de 3,8%, de huevos 6,6% y de ganado porcino 10,4%, este último gracias al aumento en consumo por precio y la importante promoción, se dio a pesar de la disminución en las importaciones de maíz, lo que significa un incremento de la participación de la producción nacional de maíz en la alimentación animal.
Las exportaciones agropecuarias pasaron de U$S 2.415 millones en 2015 a U$S 2.565 millones en 2016, lo que significó un incremento de 6,2%.
Es importante resaltar que la participación del sector agropecuario en las exportaciones pasó de 6,8% a 8,3% lo que significa una mayor participación del sector como consecuencia de la caída de las exportaciones minero-energéticas.
Las importaciones agropecuarias, por otra parte, tuvieron una tendencia decreciente, debido en gran parte al precio del dólar, al pasar de U$S 2.330 millones en 2015 a U$S2.257 millones en 2016, lo que significó una disminución de 3,1%.
En este rubro, es importante resaltar que las importaciones de maíz duro (amarillo y blanco), procedentes de Estados Unidos, pasaron de 4,9 millones de toneladas a 4,2 millones lo que significó una disminución de 14%. El maíz continuó siendo el producto más importante en materia de importaciones agropecuarias, al participar con el 36% del valor total de estas.
LO QUE VIENE
En términos generales, durante 2017 el desarrollo agrícola colombiano dependerá en gran medida del precio del dólar, que de continuar así debe estimular los exportables como café, frutas, flores, palma, etc., a su vez debe estimular la sustitución de importaciones como maíz y posiblemente arroz, ya que el país se encuentra abastecido de estos dos productos.
En la parte pecuaria, la producción porcina trae una dinámica que seguramente continuará en 2017.
Para el caso de la actividad bovina, es poco el tiempo que ha transcurrido de retención, por tanto los precios, aparentemente, continuarán en los niveles con que se cerró el 2016 y la retención continuará.
El otro factor que definirá que pasa con el sector agropecuario en 2017 es que medidas tomará el gobierno para cumplir con los pactos de La Habana. Hasta el momento, el ambiente es de incertidumbre, que de seguir así puede afectar el desarrollo agrario.
Finalmente, para que la agricultura crezca de manera importante lo deberá hacer con agricultura mecanizada y por tanto este año se espera se aclare la incertidumbre sobre la propiedad a pesar que la ley Zidres fue un gran paso, pero se requiere completarlo. ¿Será que lo acuerdos de La Habana permitirán dar ese paso?