Frente a los problemas ocasionados por la temporada invernal, el Gobierno y los empresarios llamaron la atención por esta actividad. La actividad reforestadora es una de las llamadas a mitigar los impactos futuros del invierno en el país. En esto están de acuerdo el Gobierno nacional y los empresarios del sector maderero, que buscan incrementar las áreas sembradas. Para esto, el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, ofreció al gremio de las empresas reforestadoras (Fedemaderas), las herramientas necesarias para sacar adelante todos los proyectos que quieran ejecutarse. Por ejemplo, el Ministro anunció hace pocos días, en entrevista con EL TIEMPO, el fortalecimiento de la Corporación Nacional de Investigación y Fomento Forestal (Conif) y del incentivo económico (CIF) que reciben, no solo los reforestadores, sino todo aquel que quiera hacer este tipo de actividad agrícola. Por otra parte, se espera que antes de mediados de año se destrabe el tema de la Unidad Agrícola Familiar (UAF), particularmente para la altillanura, donde los empresarios deben constituir una empresa por cada 900 hectáreas sembradas. Otros compromisos asumidos con el sector forestal, por parte del Ministro de Agricultura, han sido el fortalecimiento de cadena forestal, puntualmente en los temas fitosanitario, de política forestal, tecnología y financiero. También, trabajar en la legalización y titulación de los predios en varias zonas del país, como la costa Atlántica y la altillanura y crear una 'ventanilla única forestal', para diligenciar en un solo sitio los trámites relacionados con el sector. Para la puesta en marcha de proyectos productivos forestales, el propio Ministro planteó la posibilidad de trabajar las tierras que se recuperen de manos de los grupos al margen de la Ley, mediante contratos de cuentas en participación con los propietarios, quienes no quieran ponerlas a producir con sus recursos. Por último, el Gobierno no sólo estimulará la reforestación comercial, sino también los sistemas silvopastoriles (que involucran ganadería, árboles y pastos) así como la llamada reforestación medioambiental. Esta última, es la que deben hacer los propietarios de tierras en áreas como los linderos de los predios, en los nacimientos de aguas, en las zonas susceptibles de erosionarse e, incluso, como actividad ornamental en pueblos y ciudades. 'Hay interés por esta actividad y han venido inversionistas' {text} Rudolf Rhan, vicepresidente de asuntos forestales de Smurfit, considera que el país, además de necesitar proyectos de reforestación, ha captado la atención de los inversionistas extranjeros. Para el caso de Smurfuit, la empresa iniciará un proceso de compra de tierras para sembrar, en unos 15 años, 15.000 hectáreas nuevas. Actualmente, Smurfit tiene 70.000 hectáreas sembradas, de las cuales 21.300 son de bosque natural protegido y 48.700 como área neta plantada con pinos y eucaliptos. Rhan destacó que –además de la compra de tierras– también caben modelos de negocio como el llamado 'cuentas en participación', en el cual el socio gestor aporta la tierra y la empresa, el desarrollo completo de la plantación. Al beneficiar, las utilidades se reparten en la proporción de 70/30. Fuente: portafolio.com
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