Según Ruth Mariela Jurado, presidente de la Asociación de ganaderos del municipio de Santiago, en Putumayo, falta incentivar mucho la parte rural porque el 80 % de la población, hablando en el caso del Valle del Sibundoy, obtiene su sustento diario de la agricultura y de la ganadería, y producen a pequeña escala.
"Si un pequeño productor quiere ser más competitivo y rentable y para ello necesita tecnificarse, no tiene como invertir en maquinaria o infraestructura. Hace falta que el Estado invierta en el sector agropecuario porque en últimas es el renglón que está moviendo la economía del departamento", expuso Jurado.
La dirigente de la Asociación de ganaderos del municipio de Santiago sostuvo que es necesario que existan mayores facilidades para acceder a créditos porque a pesar de que los hay, es muy difícil adquirirlos porque el papeleo y la tramitología es interminable, el proceso es complejo, a veces el campesino no tiene el conocimiento y, adicionalmente, hay muchas trabas.
Manuel Ortiz Cabrera, profesional en Gestión Productiva del Fondo Nacional del Ganado, FNG, en Puerto Asís, señaló que no se han visto, ni se ven a corto plazo políticas públicas que beneficien al sector.
"En nuestro caso carecemos totalmente de subsidios. No hay ferias comerciales o subastas que beneficien al pequeño productor con unos pocos animales cebados o para la venta y no hay acopiadoras de leche en gran parte del departamento. El campo del Putumayo está olvidado por el Estado y eso es lamentable", contextualizó.
Agregó que otras problemáticas que afectan a la región radican en el hecho de que programas como el de suplementación bovina no aplican para el Putumayo, tampoco hay facilidad para acceder a créditos de fomento, ni arreglo o apertura de vías.
El profesional del FNG aseveró que hacen falta proyectos de reconversión ganadera como de siembra de pastos con semilla subsidiada, maquinaria y equipo para cosecha y conservación de forrajes, mejoramiento genético y programas de salud animal (hatos libres de brúcela y tuberculosis).
Ortiz Cabrera expuso que no hay mano de obra disponible y que en las fincas solo se están quedando los abuelos. Anotó que el asistencialismo y las políticas de ayuda a desplazados y demás aplican solo en el casco urbano, lo que hace que muchos campesinos, especialmente los jóvenes, se trasladen a las ciudades.
Miembros del sector esperan que los nuevos gobernantes tengan en cuenta esta situación, incluyan al sector en los planes de desarrollo y ayuden a gestionar ante el nivel central recursos que permitan desarrollar la actividad.
Fuente: http://bit.ly/1Vl2cAt