En su estrategia para hacer de la pacificación del país una realidad mediante la transformación económica y social, el Departamento Nacional de Planeación (DNP) y la Gobernación del Huila se disponen a firmar el Contrato Plan para la Paz, que permitirá invertir cerca de $1,2 billones en obras prioritarias en los sectores de educación, salud, vías, acueductos, alcantarillados, redes eléctricas y de gas, turismo, lo mismo que en infraestructura para el desarrollo agropecuario.
Con la implementación de este instrumento se busca reducir sustancialmente las brechas sociales y económicas en el departamento, especialmente en los municipios afectados en los últimos años por el conflicto armado.
Uno de los objetivos es mejorar la productividad y la competitividad agropecuaria en esta parte del país. Entre las iniciativas se encuentran la construcción de unos quince centros de beneficio de café, diez salas de proceso para la piscicultura, montaje y operación de puntos estratégicos de acopio de productos agrícolas y pecuarios.
Entre los proyectos más urgentes se destacan el rescate de la infraestructura vial rural y la electrificación, al igual que la gasificación en el campo.
Este Contrato Plan para la Paz permitirá la articulación de esfuerzos y recursos de los Gobierno nacional, departamental y municipal para afianzar y aprovechar el potencial agropecuario, minero, pesquero y turístico de esta importante zona del país.
"La paz se construye con inversión en las regiones y con equidad social. Los Contratos Plan para la Paz son un compromiso del DNP en la construcción de territorios en paz, prósperos y con oportunidades económicas para todos", afirmó el director del DNP, Simón Gaviria Muñoz.
El Contrato Paz para el Huila tendría una duración de cinco años y el 60 % de los recursos serán aportados por la Nación, el 40 % restante por las alcaldías y el departamento.
El gerente general de Contratos Plan para la Paz del DNP, Santos Alonso Beltrán, explicó que en el marco de la paz y el posconflicto, el Gobierno nacional espera convertir a los Contratos Plan en una poderosa herramienta de gestión de la inversión pública, que permita la focalización y la convergencia de los diferentes niveles de gobierno en la reconstrucción de los territorios en los que la violencia destruyó la institucionalidad pública retrasando el desarrollo económico y social.
"Este Contrato Paz para el Huila hace parte de la estrategia de focalización de las inversiones para la paz y el posconflicto. Es fruto de un nuevo enfoque de la herramienta de Contrato Plan que ahora incorpora una mayor participación de todos los niveles del gobierno territorial, de las comunidades y los actores sociales, y de los mecanismos de planeación alternativa en el territorio", precisó Beltrán.
"A través de estos Contratos Paz hacemos una "vaca" de recursos entre la Nación, las regalías, alcaldes y gobernadores para las obras de alto impacto que es necesario hacer en cada departamento", explicó el director del DNP, Simón Gaviria Muñoz.
De los Contratos Plan a los Contratos Paz
En apenas cinco años los Contratos Plan del Departamento Nacional de Planeación Nacional (DNP) se convirtieron en un instrumento crucial para articular el desarrollo de largo plazo entre la Nación y el territorio, fomentar la concurrencia y alineación de inversiones prioritarias, fortalecer la descentralización, redistribuir la riqueza, y enfrentar la inequidad y la pobreza extrema.
Esta figura de política pública, que fue importada de Francia al amparo de las buenas prácticas de la OCDE, es ahora un vehículo para la reconstrucción de las regiones golpeadas por el conflicto armado a través de los nuevos Contratos Plan para la Paz.
Su origen
El Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014 "Prosperidad para todos" estableció la figura de los Contratos Plan como un instrumento fundamental en el proceso de articulación de recursos y acciones entre los distintos niveles de gobierno. Así mismo, la Ley de Ordenamiento Territorial (1454) los definió como el mecanismo ideal para lograr la asociatividad territorial.
La experiencia de los países en los cuales se ha implementado: Inglaterra, España y Francia, demuestra que los Contratos Plan han propiciado dinámicas de desarrollo territorial con realizaciones que responden a los intereses de los Gobiernos nacionales y locales.
Este modelo de política pública, que se creó hace 32 años en Francia a través de los llamados Contratos Plan Estado-Regiones, se adoptó en Colombia hace cinco años. Desde entonces se ha convertido en una de las principales estrategias de las que dispone el Gobierno nacional para la redistribución de la riqueza, y el desarrollo económico y social en las regiones.
Logros
En un principio para la academia, los medios de comunicación, los analistas y los centros de investigación, la expresión Contratos Plan no significaba mucho, pero hoy en día una gran parte de ellos la asocian con inversiones en colegios, hospitales, vías, acueductos, centros deportivos, redes eléctricas, agroindustria, viviendas y turismo.
En apenas un lustro se han canalizado recursos por $14,3 billones, que benefician a los habitantes de los departamentos de Santander, Boyacá, Tolima, Cauca, Choco, Antioquia, Córdoba, Arauca y Nariño. Pero ha sido tal el impacto de los Contratas Plan en las regiones, que el Gobierno nacional determinó extender los beneficios de esta herramienta a todas las zonas afectadas históricamente por el conflicto armado.
Un centenar de municipios del país que durante los últimos 30 años fueron severamente golpeados por la guerra interna, y donde los índices de pobreza y desigualdad son alarmantes, se beneficiarán de inversiones por un poco más de $10 billones a través de una segunda generación de Contratos Plan, ahora denominada Contratos Plan para la Paz.
Con los Contratos Plan para la Paz se dará lugar a un renacer de comunidades que han estado sumidas en la violencia y el conflicto, haciendo de la inversión pública un instrumento eficiente para la superación de la pobreza y el cierre de brechas entre las regiones del país.
Montes de María
El primer Contrato Plan para la Paz, de los ocho que está estructurando el Departamento Nacional de Planeación (DNP), se implementó en los Montes de María, esa emblemática región ubicada en la parte central de los departamentos de Bolívar y Sucre, azotada hasta hace muy poco por la violencia. Los restantes siete Contratos Plan para la Paz se implementarán en Norte de Santander, especialmente en la región de El Catatumbo, en los departamentos de Meta-Caquetá-Guaviare, Putumayo, Valle del Cauca, Amazonas, Huila y La Guajira.
Al revisar distintos escritos y documentos oficiales, todos coinciden en reconocer en los Contratos Plan y los Contratos Plan para la Paz una herramienta de planeación multinivel que ha permitido la consolidación de un horizonte de desarrollo compartido entre las apuestas del PND y la planeación territorial.
Fuente: http://bit.ly/2i2vx1V