El inadecuado uso de los terrenos y su sobreutilización tienen hoy a Boyacá ocupando el puesto número 13 en la lista negra de departamentos con mayor número de conflictos por el uso de sus suelos.
Así lo revela un informe del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (Igac) en el que se muestra que pese a que Boyacá siempre ha aparecido entre las zonas más productivas del país, solo el 11 por ciento del departamento cuenta con tierras arables para el uso agropecuario.
Lo curioso del caso es que hoy el 53,6% de sus tierras están destinadas para la producción de cultivos como papa, caña panelera, café, cacao, caña miel, frijol, yuca, maíz, tabaco negro y por supuesto la ganadería que abarca un amplio margen.
Y aunque hoy no hay un solo municipio de los 123 en donde no se cultive algún producto, el Igac asegura que solo las poblaciones de Puerto Boyacá, Saboyá, Santana, Togüí, Moniquirá, Santa Sofía, Chiquinquirá, Cómbita, Paipa, Tuta, Toca, Oicatá, Firavitoba y Susacón debería concentrar la mayoría de la producción agropecuaria.
Aunque cueste creerlo, el 84,7 por ciento de las tierras en Boyacá no son arables y el uso del suelo debería tender hacia el desarrollo forestal o la protección ambiental, con capacidad para los sistemas agroforestales, forestales, agroforestería (integra árboles, ganado y pastos o follaje) o cultivos semipermanentes.
"En Boyacá tenemos unas 900 mil hectáreas que representan un 42 por ciento del total del territorio y que tienen sobreutilización, eso lo que va a generar son remociones en masa porque esos suelos no se utilizan adecuadamente, se siembra en pendientes demasiado altas o tienen ganadería y se compacta el suelo, el drenaje natural se pierde y vienen los deslizamientos", señala Mauricio Mejía, director territorial del Igac en Boyacá.
Para el Director, los Planes de Ordenamiento Territorial de los municipios deberían incluir información sobre este particular y buscar mejorar el manejo del suelo en esas zonas de ladera y alta pendiente, para evitar su degradación.
"Necesitamos que en zonas de mayor productividad se asesore a los campesinos para que logren mejorar sus cultivos y no estén usando las zonas que deben estar protegidas", explicó Mejía.
Sin embargo, Boyacá solo cuenta con información semidetallada del 18% de su territorio razón por la que se dificulta aún más el ordenamiento productivo y ambiental del suelo.
"A pesar de ser un territorio con una gran diversidad de suelos, hemos desaprovechado nuestro potencial agrícola, extralimitando la ganadería y afectado los ecosistemas estratégicos. Esto se debe a que no hacemos uso de la información", señaló por su parte Juan Antonio Nieto Escalante, director General del Instituto Geográfico.
Así lo revela un informe del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (Igac) en el que se muestra que pese a que Boyacá siempre ha aparecido entre las zonas más productivas del país, solo el 11 por ciento del departamento cuenta con tierras arables para el uso agropecuario.
Lo curioso del caso es que hoy el 53,6% de sus tierras están destinadas para la producción de cultivos como papa, caña panelera, café, cacao, caña miel, frijol, yuca, maíz, tabaco negro y por supuesto la ganadería que abarca un amplio margen.
Y aunque hoy no hay un solo municipio de los 123 en donde no se cultive algún producto, el Igac asegura que solo las poblaciones de Puerto Boyacá, Saboyá, Santana, Togüí, Moniquirá, Santa Sofía, Chiquinquirá, Cómbita, Paipa, Tuta, Toca, Oicatá, Firavitoba y Susacón debería concentrar la mayoría de la producción agropecuaria.
Aunque cueste creerlo, el 84,7 por ciento de las tierras en Boyacá no son arables y el uso del suelo debería tender hacia el desarrollo forestal o la protección ambiental, con capacidad para los sistemas agroforestales, forestales, agroforestería (integra árboles, ganado y pastos o follaje) o cultivos semipermanentes.
"En Boyacá tenemos unas 900 mil hectáreas que representan un 42 por ciento del total del territorio y que tienen sobreutilización, eso lo que va a generar son remociones en masa porque esos suelos no se utilizan adecuadamente, se siembra en pendientes demasiado altas o tienen ganadería y se compacta el suelo, el drenaje natural se pierde y vienen los deslizamientos", señala Mauricio Mejía, director territorial del Igac en Boyacá.
Para el Director, los Planes de Ordenamiento Territorial de los municipios deberían incluir información sobre este particular y buscar mejorar el manejo del suelo en esas zonas de ladera y alta pendiente, para evitar su degradación.
"Necesitamos que en zonas de mayor productividad se asesore a los campesinos para que logren mejorar sus cultivos y no estén usando las zonas que deben estar protegidas", explicó Mejía.
Sin embargo, Boyacá solo cuenta con información semidetallada del 18% de su territorio razón por la que se dificulta aún más el ordenamiento productivo y ambiental del suelo.
"A pesar de ser un territorio con una gran diversidad de suelos, hemos desaprovechado nuestro potencial agrícola, extralimitando la ganadería y afectado los ecosistemas estratégicos. Esto se debe a que no hacemos uso de la información", señaló por su parte Juan Antonio Nieto Escalante, director General del Instituto Geográfico.
Fuente: http://bit.ly/2gct2bI