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Entre el miércoles y jueves, se lleva a cabo en Montería una Cumbre Rural de Gobernadores, organizada la Federación Nacional de Departamentos, en la cual se están discutiendo temas de política, coordinación y colaboración para el desarrollo rural.
Uno de los paneles de discusión del evento tiene que ver con la constitución de sistemas de innovación agropecuaria. Da gusto ver cómo un tema del que hace poco prácticamente ni se hablaba, toma una fuerza mayor en la agenda nación-región. Cada vez más se entiende que pensar en desarrollo, requiere pensar en ciencia y tecnología y en modos de gestión del conocimiento para resolver problemas claves de la producción primaria, agregarle valor y diversificar la base productiva.
Hasta hace poco, esto era impensable; tanto en el nivel nacional como en el regional, el sector público, e incluso una parte del privado en el ámbito agropecuario, creían que todo estaba resuelto, pero que quienes habían generado el conocimiento lo tenían engavetado. Hoy, se comienzan a preocupar por la generación de nuevo conocimiento y también porque las cadenas de valor en los territorios lo vinculen y lo adopten.
Como representante de Corpoica, e invitado al panel, insistiré en tres puntos que consideramos claves para promover un sistema de innovación agropecuario más efectivo. El primer punto tiene que ver con la promoción de sistemas o núcleos regionales de innovación, que tienen sus definiciones y reglas particulares, y requieren de decisión, compromiso y paciencia, porque al ser ejercicios de construcción de capital social, toman un tiempo importante en madurar y ser efectivos. Sobre esto escribí hace un año en este diario y el artículo puede encontrarse en nuestra página web www.corpoica.org.co.
El segundo tiene que ver con que cada vez se vuelve más urgente generar un lenguaje común en el sistema para gestionar adecuadamente la oferta tecnológica que produce la investigación. Iniciamos un proceso que permita identificar, describir y gestionar la oferta tecnológica, no solo de Corpoica, sino de universidades, cenis, sector privado, entre otros, en función de poderla habilitar para su consumo por parte de los usuarios para los que fue desarrollada.
La oferta tecnológica está compuesta por ofrecimiento de conocimiento, como el ciclo biológico de una plaga en un cultivo; por tecnologías, como herramientas para diagnosticar la plaga en el cultivo y su nivel de infestación, y por productos tecnológicos, como un bioplaguicida particular para el control de la misma. Nos interesa que el sistema ponga en blanco y negro cuál es la oferta tecnológica con que cuenta el sector agropecuario, como un paso clave para poder ofrecerla a los usuarios.
Y el tercero tiene que ver con las plataformas y los canales para intercambiar y difundir conocimiento. Un sistema no funciona eficientemente a punta de reuniones presenciales y cátedras magistrales, necesita aprovechar las tecnologías de la información para conectar a los actores del sistema de una manera eficiente con plataformas comunes a todos, como la que viene desarrollando el Ministerio de Agricultura para el sistema (www.siembra.gov.co) y otras aplicaciones, con fines y clientes específicos, que le hagan la vida más sencilla a los actores del sistema.
Hay que celebrar que nuestros gobernadores, finalmente, comiencen a darle la importancia que se merece a la innovación para el desarrollo rural.
Uno de los paneles de discusión del evento tiene que ver con la constitución de sistemas de innovación agropecuaria. Da gusto ver cómo un tema del que hace poco prácticamente ni se hablaba, toma una fuerza mayor en la agenda nación-región. Cada vez más se entiende que pensar en desarrollo, requiere pensar en ciencia y tecnología y en modos de gestión del conocimiento para resolver problemas claves de la producción primaria, agregarle valor y diversificar la base productiva.
Hasta hace poco, esto era impensable; tanto en el nivel nacional como en el regional, el sector público, e incluso una parte del privado en el ámbito agropecuario, creían que todo estaba resuelto, pero que quienes habían generado el conocimiento lo tenían engavetado. Hoy, se comienzan a preocupar por la generación de nuevo conocimiento y también porque las cadenas de valor en los territorios lo vinculen y lo adopten.
Como representante de Corpoica, e invitado al panel, insistiré en tres puntos que consideramos claves para promover un sistema de innovación agropecuario más efectivo. El primer punto tiene que ver con la promoción de sistemas o núcleos regionales de innovación, que tienen sus definiciones y reglas particulares, y requieren de decisión, compromiso y paciencia, porque al ser ejercicios de construcción de capital social, toman un tiempo importante en madurar y ser efectivos. Sobre esto escribí hace un año en este diario y el artículo puede encontrarse en nuestra página web www.corpoica.org.co.
El segundo tiene que ver con que cada vez se vuelve más urgente generar un lenguaje común en el sistema para gestionar adecuadamente la oferta tecnológica que produce la investigación. Iniciamos un proceso que permita identificar, describir y gestionar la oferta tecnológica, no solo de Corpoica, sino de universidades, cenis, sector privado, entre otros, en función de poderla habilitar para su consumo por parte de los usuarios para los que fue desarrollada.
La oferta tecnológica está compuesta por ofrecimiento de conocimiento, como el ciclo biológico de una plaga en un cultivo; por tecnologías, como herramientas para diagnosticar la plaga en el cultivo y su nivel de infestación, y por productos tecnológicos, como un bioplaguicida particular para el control de la misma. Nos interesa que el sistema ponga en blanco y negro cuál es la oferta tecnológica con que cuenta el sector agropecuario, como un paso clave para poder ofrecerla a los usuarios.
Y el tercero tiene que ver con las plataformas y los canales para intercambiar y difundir conocimiento. Un sistema no funciona eficientemente a punta de reuniones presenciales y cátedras magistrales, necesita aprovechar las tecnologías de la información para conectar a los actores del sistema de una manera eficiente con plataformas comunes a todos, como la que viene desarrollando el Ministerio de Agricultura para el sistema (www.siembra.gov.co) y otras aplicaciones, con fines y clientes específicos, que le hagan la vida más sencilla a los actores del sistema.
Hay que celebrar que nuestros gobernadores, finalmente, comiencen a darle la importancia que se merece a la innovación para el desarrollo rural.
Fuente: http://bit.ly/24AJbvV
