La Mesa Técnica Agroclimática presentó el último boletín de recomendaciones para el sector agropecuario colombiano, por lo que el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural pide a los productores mantener las recomendaciones del plan de contingencia para mitigar los impactos de heladas y sequías.
Este plan que se activó a mediados de diciembre pasado y busca generar alertas y acciones necesarias para contrarrestar los efectos que pueda ocasionar la ocurrencia de heladas durante el primer trimestre del 2017. Sin embargo, estas no han tenido tal intensidad pues se presentan algunos excesos ligeros de lluvias concentrándose en la región central y sur de la región Pacífica, así como en sectores de los piedemonte llanero y amazónico.
Por su parte, el IDEAM informó que comenzó la temporada seca en el país, que históricamente se ha presentado hasta mediados de marzo.
El informe del Boletín indica de manera general para el altiplano cundiboyacense, nariñense y nordeste antioqueño, recurrir a la aplicación de riego en los días previos a la helada, acompañado de un plan balanceado de nutrición, que debe fraccionarse en el mayor número de aplicaciones posibles.
La papa y hortalizas como lechuga, pepino, tomate son altamente sensibles a las heladas en este altiplano. Otras especies como apio, brócoli, cebolla, coliflor, espinaca, perejil, rábano y zanahoria tienen una sensibilidad media, sin embargo, también pueden verse afectadas.
Para el caso de la Sabana de Bogotá, en donde las flores de corte y follaje son susceptibles al fenómeno, según el IDEAM, por eventuales condiciones atmosféricas con comportamiento meteorológico variable y periodos intermitentes de humedad.
Por lo anterior, se invita a aprovechar las precipitaciones intermitentes para el abastecimiento de los reservorios. Realizar constante monitoreo de temperatura, humedad y punto de rocío, especialmente cuando se presentan cielos muy despejados y baja humedad, en municipios de esta zona donde siempre se presentan heladas.
De hecho, para mitigar su efecto y hacer manejo oportuno, se aconseja seguir de manera permanente un monitoreo meteorológico, con la aplicación de estrategias de prevención como uso de calefacción activa y pasiva, riegos, polietilenos y pantallas térmicas.
En el Suroriente Antioqueño, se espera que las condiciones de humedad durante el mes sean ligeramente deficitarias, por tanto, es oportuno cuidar el nivel de los reservorios. En relación con la temperatura de esta zona, se estima en una máxima entre 24 ºC y 27 ºC y mínimas entre 10 y 12 ºC, cercanas a los promedios históricos.
Por lo anterior se recomienda a agricultores, ganaderos y floricultores de los municipios señalados, estar atentos ante la eventualidad de descensos de las temperaturas en las próximas semanas, al igual que mantener las medidas necesarias y consultar permanentemente los informes que emita el IDEAM.
El último Boletín Agroclimático, enfatiza las siguientes recomendaciones generales para el sector agropecuario:
• Realizar vermifugaciones y desparasitaciones en los animales. Asegúrese de rotar los medicamentos para evitar la generación de resistencia a los mismos.
• Ajustar rotaciones de potreros para cortar ciclos parasitarios.
• Hacer mantenimientos a potreros y cultivos para alimentación animal. No elimine la capa superior vegetal de los terrenos, puesto que servirán para conservar humedad y prevenir la erosión de los suelos.
• Consultar con el ICA y las UMATA las vacunas recomendables que deben ponerse a los animales, previo a la época seca.
• Almacenar alimento excedente en forma de ensilaje, heno o henolaje.
• En neonatos tener especial cuidado en la limpieza del ombligo para evitar infecciones.
• Realizar desinfección y purificación de la fuente de agua de bebida antes de su administración a los animales.
• Ajustar los cronogramas de servicio y partos, con el fin de que estos últimos coincidan con la finalización de las lluvias y la abundancia de pasturas y alimento.
• Determinar la carga animal con que cuenta actualmente la finca y que se prevé para condiciones de disminución de lluvias.
• Implementar sistemas silvopastoriles que proveen sombra natural, ayuden en la restauración de los ecosistemas, protejan el suelo y propicien el crecimiento natural de la vegetación.
• Identificar cultivos en la región con mayor sensibilidad al déficit hídrico para priorizar actividades de manejo sobre estos.
• Implementar planes de cultivos alternativos que se adapten a baja disponibilidad, dando prioridad a cultivos alimenticios (hortalizas, legumbres etc.) y de corto período vegetativo.
• Usar coberturas de tipo vegetal, tipo abonos verdes, que permiten también mantener la humedad del suelo y evitar pérdidas excesivas.
Fuente: http://bit.ly/2j9Qeuj