Al menos el 29 por ciento del suelo colombiano productivo está siendo mal utilizado, según se desprende del análisis sobre el uso de la tierra que hizo el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (Igac).
En otras palabras, esto significa que de los 114 millones de hectáreas que tiene el país con potencial agrícola, forestal y ganadero, hay cerca 35 millones que podrían estar generando una mayor producción o con el suelo mucho menos afectado. Es decir, registran un conflicto de suelos.
Según el Igac, hay cerca de 18 millones de hectáreas sobreutilizadas (se emplean para lo que no es adecuado o se están sometiendo a desgaste por el excesivo uso) y 16 millones subutilizadas (que no se están trabajando o que se emplean por debajo del potencial real de producción que tienen).
De acuerdo con los estudios del Instituto, en Colombia hay alrededor de 22 millones de hectáreas aptas para la agricultura, pero solo se están utilizando 5,3 millones. Mientras tanto, hay unos 15 millones de hectáreas con vocación para la ganadería y se están utilizando 35 millones.
Esto refleja, dice el Igac, que el país afronta un serio conflicto sobre el uso del suelo, que se evidencia en el hecho de que en buena parte de la jurisdicción nacional a la tierra no se le está dando el uso que debería, lo que, literalmente, la está agotando.
Los más afectados
La región caribe es la que presenta la situación más preocupante. "Los porcentajes de uso inadecuado del suelo llegan en algunas zonas hasta el 70 por ciento", señaló Juan Antonio Nieto Escalante, director del Igac.
Esta zona está compuesta por siete departamentos: Atlántico, Bolívar, Magdalena, Cesar, La Guajira, Sucre y Córdoba. De acuerdo con el Igac, es la más afectada por las malas prácticas agropecuarias, además de que carece de un esquema de planeación en sus dinámicas de mejor uso.
Y Atlántico es el que tiene mayores problemas en el uso del suelo.El 73 por ciento de las 331.458 hectáreas del departamento "está en cuidados intensivos". Allí se da una subutilización del 49 por ciento, principalmente por la ganadería y los suelos desaprovechados.
"Prácticamente toda la región caribe cuenta con suelos impactados por la sobreutilización, tanto por exceso de la agricultura como por la ganadería a granel", explicó el director del Igac.
En lo que tiene que ver con los departamentos en donde se está sobreutilizando la tierra, el Igac encontró que Caldas ocupa el deshonroso primer lugar. El 55 por ciento de su territorio registra ese problema. Le sigue Risaralda, con el 47.
De acuerdo con el director del Igac, la región de la cordillera Central enfrenta retos muy grandes, ya que de los 11 millones de hectáreas que posee, hay explotación agrícola en 1 millón de ellas, pero no todas cuentan con condiciones óptimas para tal fin.
Dijo que en esa zona, en la que incluye a Antioquia, Caldas, Risaralda, Quindío, Tolima y Huila, hay 3 millones de hectáreas con vocación agrícola que actualmente se utilizan para otro tipo de explotaciones, como la ganadería.
Según Escalante, en la mitad de esos departamentos se presenta una sobreutilización de los recursos naturales ante el exceso de agricultura o ganadería, o, en su defecto, son tierras subutilizadas.
Y dentro de esos territorios, tal como lo muestra el Igac, el caso más crítico es el de Caldas: el 63 por ciento del departamento cuenta con suelos que se pueden catalogar como de "baja calidad".
Los demás, es decir, Antioquia, Tolima, Huila y Risaralda, están en una situación difícil, ya que sus porcentajes de suelos con conflictos (sobreutilizados y subutilizados) van entre el 49 y el 53 por ciento.
El panorama en los departamentos
Atlántico. De las 331.458 hectáreas del departamento, el 73 por ciento "está en cuidados intensivos (241.964 hectáreas)". El 49 por ciento (el porcentaje más alto del país) está subutilizado, principalmente por la ganadería y suelos desaprovechados. La sobreutilización se da en el 24 por ciento.
Magdalena. El 65 por ciento de sus suelos, 1.505.740 de las 2.316.523, tiene uso inadecuado. La subutilización por la ganadería y suelos sin actividad alguna se da en el 41 por ciento del territorio y la sobreutilización en el 24 por ciento.
Cesar. Según el Igac, tiene el 65 por ciento de sus suelos en riesgo. La sobreutilización y subutilización se dan la mano en este departamento, con el 33 y el 32 por ciento, respectivamente.
Caldas. El 63 por ciento de su territorio tiene conflicto de uso (468.000 hectáreas). La sobreutilización afecta 407.000 hectáreas (el 55 por ciento), la más alta del país. La subutilización se da en 61.000 hectáreas, el 8 por ciento.
Córdoba. El conflicto de uso afecta el 62 por ciento de su territorio. Cuenta con el 34 por ciento de su geografía subutilizada y el 28 por ciento, sobreutilizada.
Santander. Los conflictos de uso del suelo están en el 58 por ciento (2.069.176 hectáreas) de su territorio. La sobreutilización por la sobrecarga de cultivos se da en el 42 por ciento y la subutilización, en el 16.
Tolima. El 54 por ciento de su territorio tiene conflictos de uso (1,2 millones de hectáreas). De esto, un 45 por ciento está sobreutilizado y el 9 por ciento (212.000 hectáreas), subutilizado.
Bolívar. Tiene el 54 por ciento de su suelo con panorama preocupante. De sus 2.667.897 hectáreas, hay una sobreutilización en el 33 por ciento y una subutilización, en el 21.
Antioquia. El 51 por ciento de su territorio tiene conflictos de uso (3,2 millones de hectáreas). La sobreutilización afecta el 35 por ciento (2,2 millones de hectáreas). La subutilización se da en el 16 por ciento del departamento (más de un millón de hectáreas).
Cundinamarca. Cuenta con el 51 por ciento de sus suelos con conflictos. El 33 por ciento por sobreutilización y el 18 por ciento, por subutilización.
Huila. El 49 por ciento de su territorio tiene conflictos de uso (895.000 hectáreas). La sobreutilización afecta el 39 por ciento, mientras hay un 10 por ciento subutilizado.
Boyacá. El 49 por ciento (1.136.613 hectáreas) presenta conflictos de uso del suelo. Los cultivos de papa y cebolla generan la sobreutilización, que se da en el 43 por ciento del territorio; la subutilización solo afecta el 6 por ciento.
Risaralda. Un 49 por ciento de su jurisdicción está afectada (172.000 hectáreas). La sobreutilización se da en el 47 por ciento del departamento (166.000 hectáreas) y la subutilización, en el 2 por ciento.
Meta. El 44 por ciento de sus suelos presenta conflicto de uso en la medida en que el 35 por ciento está sobreutilizado y el 9 por ciento da muestra de ser objeto de subutilización.
Valle. Tiene el 35 por ciento de su área con conflictos de suelo, con un 30 por ciento sobreutilizado por el exceso de agricultura en zonas no aptas y el 5 por ciento, con subutilización.
Quindío. El 35 por ciento de su territorio tiene conflictos de uso. La sobreutilización afecta el 25 por ciento (48.000 hectáreas) y la subutilización se da en el 10 por ciento del departamento (18.000 hectáreas).
Cauca. Presenta conflictos de suelos en el 30 por ciento del departamento, 25 por ciento por sobreutilización y 5 por ciento, por subutilización.
'Estamos generando cambio climático'
Juan Antonio Nieto, director del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, consideró que el cambio del uso del suelo no solo afecta la producción del país, sino que incide en el cambio climático.
¿Qué tienen que ver ustedes con el tema de suelos?
El Igac es la autoridad nacional en agrología, es decir, en el tema de suelos. Desde hace 80 años inició el estudio de suelos del país para determinar sus características físicas, químicas, biológicas y de minerología. Con esa información tenemos un mapa general que nos permite decir qué características tiene el suelo, y esto lo cruzamos con el uso que se le está dando.
Cuando comparamos la oferta con la demanda, nos da lo que denominamos el conflicto de uso.
¿Y ese estudio qué demuestra?
Aquí se nos combinan problemas. Cuando tengo altas temperaturas, suelos mal manejados y expuestos por la agricultura, se presentan los incendios, se pierde la cobertura vegetal y la consecuencia es que el suelo deja de ser productivo, la tierra fértil es arrastrada por la lluvia, los ríos se sedimentan y los embalses pierden capacidad. Entonces es una cadena de fenómenos por un mal manejo del suelo. Esto implica que se vaya corriendo la frontera agrícola, lo que genera un cambio del uso del suelo, y con eso ayudamos a generar el cambio climático.
En el marco del posconflicto se habla de entregar nuevas tierras. ¿Qué puede pasar?
La pregunta es ¿a dónde los vamos a llevar? No es llevarlos a las zonas de bosques. La idea es que se puedan integrar en las regiones que tienen potencial productivo, pues los esquemas de distribución de la tierra que ha tenido el país no han permitido que ellos accedan. La sugerencia es que se mire primero ese 13 por ciento subutilizado para ver en dónde podemos proponer.
Fuente: http://bit.ly/1HqmMKh