Durante la feria Agronova 2015, en Montería, se dio a conocer que el proyecto Modelos de Adaptación y Prevención Agroclimática, MAPA, que viene siendo implenetado por la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica, mejoró la productividad de una finca ganadera luego de 3 años de labores intensivas.
Con un trabajo de establecimiento de pasturas mejoradas, un sistema de pastoreo rotacional, la implementación y conservación de cultivos forrajeros y la elaboración de bloques nutricionales, el potrero seleccionado pasó de tener 0.6 animales por hectárea a 3.
"En todo el país, el promedio es de 0.6. Con el trabajo que hicimos, pasamos de ese valor a 3 cabezas de ganado por hectárea, que es muy significativo para un mediano productor", aseguró Sony Reza García, investigadora de Corpoica en el Centro de Investigación Turipaná y facilitadora de MAPA. (Lea: Corpoica avanza en proyectos de prevención agroclimática)
El proyecto comenzó en febrero de 2013 en los departamentos que fueron afectados por la ola invernal 2010-2011, como una solución del Gobierno para ayudar a los productores de sistemas agrícolas y pecuarios a adaptarse a las condiciones climáticas.
Las primeras zonas seleccionadas para iniciar el plan de acción fueron Córdoba, Sucre y Bolívar. En este departamento se escogieron 3 sistemas de producción distintos de 3 municipios. "En el centro sur de Bolívar, trabajamos en el municipio de Hatillo de Loba con el sistema de producción de ganadería doble propósito, en El Peñón con piña, y en Clemencia, con mango de hilaza", dijo la experta.
Emiro Suárez, zootecnista e investigador de apoyo, fue el profesional encargado del proyecto de doble propósito en Hatillo de Loba. (Lea: El proyecto MAPA se mueve en Sucre a través de Corpoica)
"Se realizaron unas encuestas para identificar qué limitantes tenía el sistema. Se encontró que hay una baja disponibilidad y baja calidad nutricional de los forrajes, gramíneas nativas de poco aporte forrajero, sistemas de pastoreo continuo, trashumancia y falta de cultivos forrajeros para la suplementación de los animales en épocas críticas", señaló.
La deficiencia de forrajes se debe al déficit hídrico durante el verano. Para resolver esta limitante, el proyecto estableció pasturas con mayor calidad y la rotación de praderas para utilizar de forma más eficiente el recurso forrajero. El predio se dividió en potreros y se hizo la rotación dependiendo del número de días de descanso y de ocupación de la especie de pasto.
De igual manera, se establecieron cultivos forrajeros con caña de azúcar, sorgo dulce, yuca forrajera y maíz, para ofrecer un banco mixto de energía y proteína. (Lea: Con MAPA, Corpoica adelanta acciones para contrarrestar efectos del Cambio Climático)
La otra práctica que se implementó fue la conservación de forrajes con heno o silo, tanto en época de déficit hídrico como en época de aumento de las precipitaciones que generan desbordamiento de ríos o anegación de las áreas en pastoreo.
Finalmente, se empleó la elaboración de bloques multinutricionales como una herramienta para que las reses absorban con mayor eficiencia los nutrientes que reciben de las pasturas. Eso permite que en su rumen haya mayor cantidad de bacterias para procesar mejor el alimento.
"Se les enseñó a los productores cómo establecer la rotación de potreros, cuál era la distancia de siembra, la mejor época para cosechar y cómo hacerlo de forma artesanal", manifestó Reza García.
Todo esto con el fin de que los trabajadores del sector agropecuario y técnicos de la región tengan el conocimiento de aplicar estas prácticas y no dependan de ninguna entidad. (Lea: 10 logros de Corpoica en los últimos 4 años)
"Queremos que los productores no dependan del centro de investigación, sino que ellos mismos puedan tomar decisiones acertadas dependiendo de la época crítica, si es durante el fenómeno de El Niño o de La Niña", afirmó la investigadora de Corpoica.
Con un trabajo de establecimiento de pasturas mejoradas, un sistema de pastoreo rotacional, la implementación y conservación de cultivos forrajeros y la elaboración de bloques nutricionales, el potrero seleccionado pasó de tener 0.6 animales por hectárea a 3.
"En todo el país, el promedio es de 0.6. Con el trabajo que hicimos, pasamos de ese valor a 3 cabezas de ganado por hectárea, que es muy significativo para un mediano productor", aseguró Sony Reza García, investigadora de Corpoica en el Centro de Investigación Turipaná y facilitadora de MAPA. (Lea: Corpoica avanza en proyectos de prevención agroclimática)
El proyecto comenzó en febrero de 2013 en los departamentos que fueron afectados por la ola invernal 2010-2011, como una solución del Gobierno para ayudar a los productores de sistemas agrícolas y pecuarios a adaptarse a las condiciones climáticas.
Las primeras zonas seleccionadas para iniciar el plan de acción fueron Córdoba, Sucre y Bolívar. En este departamento se escogieron 3 sistemas de producción distintos de 3 municipios. "En el centro sur de Bolívar, trabajamos en el municipio de Hatillo de Loba con el sistema de producción de ganadería doble propósito, en El Peñón con piña, y en Clemencia, con mango de hilaza", dijo la experta.
Emiro Suárez, zootecnista e investigador de apoyo, fue el profesional encargado del proyecto de doble propósito en Hatillo de Loba. (Lea: El proyecto MAPA se mueve en Sucre a través de Corpoica)
"Se realizaron unas encuestas para identificar qué limitantes tenía el sistema. Se encontró que hay una baja disponibilidad y baja calidad nutricional de los forrajes, gramíneas nativas de poco aporte forrajero, sistemas de pastoreo continuo, trashumancia y falta de cultivos forrajeros para la suplementación de los animales en épocas críticas", señaló.
La deficiencia de forrajes se debe al déficit hídrico durante el verano. Para resolver esta limitante, el proyecto estableció pasturas con mayor calidad y la rotación de praderas para utilizar de forma más eficiente el recurso forrajero. El predio se dividió en potreros y se hizo la rotación dependiendo del número de días de descanso y de ocupación de la especie de pasto.
De igual manera, se establecieron cultivos forrajeros con caña de azúcar, sorgo dulce, yuca forrajera y maíz, para ofrecer un banco mixto de energía y proteína. (Lea: Con MAPA, Corpoica adelanta acciones para contrarrestar efectos del Cambio Climático)
La otra práctica que se implementó fue la conservación de forrajes con heno o silo, tanto en época de déficit hídrico como en época de aumento de las precipitaciones que generan desbordamiento de ríos o anegación de las áreas en pastoreo.
Finalmente, se empleó la elaboración de bloques multinutricionales como una herramienta para que las reses absorban con mayor eficiencia los nutrientes que reciben de las pasturas. Eso permite que en su rumen haya mayor cantidad de bacterias para procesar mejor el alimento.
"Se les enseñó a los productores cómo establecer la rotación de potreros, cuál era la distancia de siembra, la mejor época para cosechar y cómo hacerlo de forma artesanal", manifestó Reza García.
Todo esto con el fin de que los trabajadores del sector agropecuario y técnicos de la región tengan el conocimiento de aplicar estas prácticas y no dependan de ninguna entidad. (Lea: 10 logros de Corpoica en los últimos 4 años)
"Queremos que los productores no dependan del centro de investigación, sino que ellos mismos puedan tomar decisiones acertadas dependiendo de la época crítica, si es durante el fenómeno de El Niño o de La Niña", afirmó la investigadora de Corpoica.
Fuente: http://bit.ly/1MnIK0A